Yoga, meditación, espacios de reflexión, la voz de un maestro espiritual y un grupo de los funcionarios más poderosos del oficialismo en retiros de tres días en medio de la naturaleza. Todos convocados con hermetismo por Mario Quintana, el ex vicejefe de Gabinete que hoy acompaña a Elisa Carrió en sus recorridas por el país.
Quintana comenzó a organizar desde hace dos meses ya una serie de encuentros, con total hermetismo, con el fin de unir a diversos actores del macrismo, desde diputados y dirigentes hasta funcionarios porteños, bonaerenses y nacionales.
El ex hombre fuerte de la Rosada habló del tema con Mauricio Macri y también con su amigo personal Horacio Rodríguez Larreta (es padrino de una de sus hijas) y con María Eugenia Vidal, quienes dieron el “ok” a sus funcionarios.
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“Son encuentros de diálogo, no es una secta. El objetivo es trabajar sobre la vocación de servicio que implica hacer política”, le cuenta a PERFIL uno de los participantes. Aunque ya hubo dos encuentros en marzo y en abril de 2019, se preparan más.
El lugar elegido por Quintana es La Reserva (Naturaleza + Arte), una estancia en Capilla del Señor donde concurre desde hace 15 años, en el cual las habitaciones en cabañas no tienen televisor ni minibar, se brinda comida naturista y detox, bajo el manto espiritual de las clases de yoga, la meditación y el contacto con la naturaleza y la fauna autóctona. Los funcionarios que allí fueron pasaron dos noches (por el que, a voluntad, podían abonar $ 7.500 cada uno).
En el primer retiro hubo un invitado especial: un amigo personal del ex dueño de Farmacity. Se trata del hermano David Steindl-Rast, un monje vienés benedictino, entrenado en budismo zen que da conferencias por el mundo como maestro espiritual con la idea de “gratitud” como mensaje central. En su alocución en La Reserva habló del concepto de “belonging”, vinculado a cómo está conformada el alma de cada uno.
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“Nadie sabía quién iba ni qué íbamos a hacer hasta que llegábamos”, describe a este diario uno de los concurrentes. Entre otros, pasaron por allí el titular de la AFIP, Leandro Cuccioli (hombre de confianza de Quintana, quien lo llevó al Gobierno), Marcos Ayerra (presidente de la Comisión Nacional de Valores) y el chaqueño Fernando Sánchez, secretario de Fortalecimiento Institucional de la Jefatura de Gabinete, quien trabajó codo a codo con Quintana en Casa Rosada. Ramón Lanús, del AABE, el organismo que se ocupa de los bienes del Estado, también pasó por los retiros espirituales del ex vicejefe de Gabinete.
Desde el Congreso participó Silvia Lospenatto, la monzoísta que ganó espacio con el debate sobre el aborto, y el “lilito” Juan Manuel López. De los jóvenes, estuvieron Pedro “Piter” Robledo, titular del Instituto de la Juventud, y funcionarios de la Ciudad como Juan José Méndez (secretario de Transporte), Juan Ignacio Maquieyra (Vivienda) y Clara Muzzio (Reemplazo de veredas), entre otros.
En las tertulias hubo espacio para yoga, largas charlas con el eje de “cultivar” el trabajo en equipo y “vocación de servicio” que implica la política. Sin embargo, de campañas electorales o de la “rosca”, ni una palabra los primeros dos días. Recién el último día –domingo– se habla de política. Quintana suele repasar los puntos débiles del primer mandato de Macri y presenta ideas para un hipotético segundo mandato. No falta en su alocución la autocrítica y su visión del paso por el Gobierno.
E.Z./F.F.