El sindicalista Oscar Romero fue uno de los diputados que ayer comandó la ruptura del bloque del Frente para la Victoria y provocó una crisis en el Partido Justicialista. Ante las críticas de sus excompañeros de bancada, salió al cruce a negar que sean "traidores" por haber formado un nuevo espacio y quitarle el poder de primera minoría: "No queremos que el país se prenda fuego", explicó.
En diálogo con Liberman en Línea (FM Uno 103.1), defendió su tarea durante la campaña y dijo que trabajaron "para que se ganara a nivel nacional y provincial" y agregó que "ahora parece que los mariscales de la derrota tienen el barómetro para juzgar la actitud de compañeros que han sido leales, han bancado este modelo y han aportado lo que tenían que aportar".
Así, Romero le respondió al excandidato a gobernador por Buenos Aires, Aníbal Fernández, a quien consideró el "mariscal de la derrota" y quien minutos antes había dicho que no entendía la actitud de los diputados que "50 días después de la asunción de las nuevas autoridades nacionales decidieron abandonar el bloque". "Yo no lo entiendo a Aníbal. Parece que no se enteró de que perdió las elecciones. Decía que ganaba caminando y terminó como terminó", afirmó el dirigente de Smata.
También dijo que le "sorprende" que la diputada Teresa García, secretaria parlamentaria del bloque del FPV-PJ, lo haya tratado de "traidor" al igual que al legislador Diego Bossio. "¿Teresa García me dijo traidor? Me sorprende, la verdad. Porque es una compañera que siempre que necesitó una mano mía y del movimiento obrero la tuvo", aseveró Romero.
Por último, señaló que "lo que hemos hecho es hablar y tratar de contener a un montón de compañeros, porque si no creábamos este bloque terminaban con bloques individuales o yéndose a otros sectores".