El dirigente gremial ferroviario Rubén Darío “Pollo” Sobrero habló de la inseguridad que se vive en el país al explicar un episodio que vivió su padre, quien fue víctima de un asalto y estuvo a punto de morir.
El gremialista reveló que su padre recibió un disparo cuando él era joven y que el hombre aún sufre las consecuencias de esa lesión. “Yo casi pierdo a mi viejo porque le pegaron un tiro, todavía está con el problema ese”, recordó.
“Si alguien quiere entrar a mi casa, yo lo cago a tiros y me importa tres carajos porque mi familia está ante cualquier otra cosa“, manifestó el secretario general de la Unión Ferroviaria Sección Oeste en el programa Debo Decir que conduce Luis Novaresio por América Tv.
Sobero consideró que los niveles de criminalidad aumentaron porque el Gobierno no gestiona de forma adecuada los recursos: “Si nosotros no empezamos por el principio, nunca vamos a tener una respuesta concreta. Si vos no entendés que la educación y el laburo son fundamentales para aislar a los pocos que delinquen, vos estás creando un gran ejército de delincuentes”.
Después de esa declaración, Novaresio citó la primera declaración del gremialista y le consultó: “¿Es metáfora lo que me dijiste de los tiros?”. A lo que el dirigente gremial contestó: “No, te lo puedo asegurar. Si vos entrás a mi casa y yo tengo a mi familia, mi familia está primero antes que el que entra”.
A la mayoría de los argentinos les preocupa más la economía que la inseguridad
El conductor también le preguntó si es propietario de un arma y Sobero indicó: “Sí, pero no viene al caso. A lo que me refiero es que obviamente cualquier tipo normal va a defender a su familia”. “Se llama legítima defensa“, puntualizó el periodista.
“Me importa tres cominos porque yo siempre digo lo que pienso”, sentenció el gremialista. Para dar más fuerza a sus argumentos, el dirigente ferroviario dio más detalles del asalto a su padre, que ocurrió cuando él era adolescente: “Mi viejo hace 30 años tiene una herida abierta y cada tres horas se tiene que ir a curar y lo salvaron en el Hospital Posadas solamente porque los profesionales se jugaron porque en ninguna clínica lo querían recibir porque mi viejo ya estaba casi muerto”.
“Yo vivía en Ciudadela en esa época. Yo sé lo que es pasar por ese momento. Y sé también que es que un pendejo de 14 años venga y tire a una persona mayor para afanarle un celular“, expresó, y añadió: “Si quieren los matamos a todos pero la solución no es esa“.
B.D.N. C. P.