La madre de Nisman le pidió al Gobierno que no intervenga en la investigación por la muerte del fiscal

Convencida de que su hijo fue asesinado, Sara Garfunkel, madre del fiscal Alberto Nisman pidió este lunes al presidente Alberto Fernández que no lleve adelante la revisión del peritaje que propuso la ministra de seguridad, Sabina Frederic. Días atrás, la ministra había expresado que el peritaje de Gendarmería que determinaba que la muerte de Nisman había sido un asesinato iba a ser revisado en colaboración con la Justicia. 

En una nota que su abogado, Pablo Lanusse, presentó ante el fiscal Eduardo Taiano, Garfunkel indicó que los dichos de Frederic están reñidos con la división de poderes del Estado, y pidió que se le envíe un oficio a Fernández para que intervenga personalmente en el asunto. "Requiero se oficie al Sr. Presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández, a fin de que instruya e intime a la Sra. Ministra de Seguridad de la Nación que se abstenga de realizar o continuar cualquier actuación administrativa", sostuvo la querella en la presentación.

Ahora el fiscal Taiano debe determinar si remite o no el planteo al Presidente, algo que recién podría suceder en febrero, tras la feria judicial de enero. 

"Lo vamos a revisar en colaboración con la Justicia", dijo la ministra Frederic la semana pasada sobre el peritaje elaborado por Gendarmería -entonces a cargo de Patricia Bullrich- que valida la hipótesis del homicidio, perpetrado por al menos dos personas. La funcionaria aseguró que "se montó un escenario, se replicó la escena del baño del departamento de Nisman, y eso está dentro del edificio Centinela. Vamos a intervenir, pero no en este momento, vamos a dejar pasar un tiempito; primero tenemos que hacer modificaciones en la jefatura", dijo.

Entre 2005 y 2015, Nisman estuvo a cargo de la Unidad Fiscal de Investigación, responsable de investigar el atentado contra la Asociación Mutualista Israelita Argentina (AMIA) de 1994, que causó la muerte de 85 personas. En enero de 2015 el fiscal denunció penalmente a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) por supuestamente encubrir a altos cargos iraníes que habían sido imputados por la justicia argentina, acusados de estar detrás del ataque a la mutual judía.

El fiscal falleció por causas nunca aclaradas cuatro días después de presentar su querella y un día antes de tener que sustentarla ante el Congreso. Fue hallado muerto el 18 de enero de 2015 en el baño de su departamento de Puerto Madero pocos días después de denunciar por encubrimiento a la entonces presidenta Cristina Kirchner por la firma del memorándum de entendimiento con Irán.

La polémica surgió luego de que la ministra afirmara que una vez que reemplace a la cúpula de Gendarmería Nacional quiere "revisar en colaboración con la Justicia" el peritaje  hecho en 2017 por esa fuerza. El primer estudio del Cuerpo Médico Forense no encontró evidencias de un asesinato e indicó que pese a la falta de presencia de pólvora en la mano del fiscal podía señalarse que se trató de un suicidio, dado que no había rastros en el departamento del fiscal sobre la posible presencia de otras personas ni de que
el cuerpo hubiera sido movido.

Pero en septiembre de 2017 un análisis multidisciplinario de una junta de especialistas realizado por Gendarmería indicó que había ketamina en el cuerpo de Nisman y que tenía golpes recientes: sobre la base de este peritaje la Justicia determinó que Nisman fue asesinado. 

El equipo de trabajo encargado del peritaje, bajo la órbita de la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Gendarmería, estuvo integrado por 27 profesionales de distintas disciplinas, entre ellos médicos, expertos en balística y en huellas, psicólogos, forenses acústicos, y especialistas en papiloscopía (análisis de documentos) y en planimetría (escalas a detalle de un terreno).

Todos ellos armaron una réplica del baño de la casa de Nisman, donde el fiscal fue hallado con un tiro en la sien.

D.S.