Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey tienen una misma certeza: no formarán parte de los armados ni del Frente de Todos ni de Juntos por el Cambio. Con esa convicción, ambos dirigentes caminan el país con el objetivo de ser candidatos a presidente y competir en unas PASO en agosto. Mientras tanto y en sigilo, esperan la secuencia de elecciones provinciales a la espera de que muchos mandatarios, una vez que hayan revalidado en sus pagos, puedan sumarse.
Hasta ahora, el gobernador que sí se sumó es Alberto Rodríguez Saá, quien el 11 de junio buscará reconfirmar el poderío del peronismo puntano, aunque esta vez no será candidato. Schiaretti y Rodríguez Saá han hecho públicas muchas de sus reuniones.
Schiaretti se mueve sin estridencias. Y es que tiene todavía por delante su sucesión. El 25 de junio Córdoba tendrá elecciones a gobernador y el candidato propio para sucederlo es Martín Llaryora, intendente de la capital. La cita es justo un día después del cierre de listas a nivel nacional. En la semana que pasó, el peronismo a la cordobesa presentó alianza (Hacemos Juntos por Córdoba) a la que sumaron radicales díscolos, dirigentes PRO, además del socialismo y el GEN. El dato no es menor dado que, según explican en Córdoba, buscan replicar el esquema a nivel nacional.
Schiaretti tiene buen diálogo con la diputada y titular del Partido Socialista, Mónica Fein. De hecho, socialistas y cordobeses conforman interbloque en Diputados. Si bien el PS a nivel santafesino jugará con JxC, en lo nacional apostará al “productivismo” de la región central.
Ayer, Schiaretti estuvo en la Ciudad de Buenos Aires en donde la Democracia Cristiana invitó al mandatario a que se presente para la presidencial. Allí aprovechó para arremeter contra la “dolarización” que propone Javier Milei. “Algunos dicen tenemos que dolarizar. Es una ‘medida milagrera’ (…) serían entre 9 mil pesos el valor del dólar para dolarizar”.
En Córdoba explican que el mandatario comenzará a tener actividades en el AMBA, una vez por semana.
El año pasado Schiaretti recibió el apoyo en privado de Roberto Lavagna. Los diputados lavagnistas también confluyen en un interbloque común.
Por su parte, Urtubey intercala recoridas con reuniones. “No podemos ser el ‘lado B’ ni del FdT ni de JxC”, explicaron ante PERFIL desde su entorno. El exgobernador de Salta apuesta fuerte a una renovación dirigencial (candidatos sub 40), cree que el sistema político está agotado y pretende impulsar un país que “se parezca más a una fábrica que a una mesa de dinero”.
Al mismo tiempo cree que este proceso electoral tendrá aspectos parecidos a la elección de 2003, en la que la crisis del sistema político exhibió fragmentación de la oferta electoral y bajos números. En ese contexto, cree que será clave llegar “competitivo” a agosto. “Se rompió la lógica de la polarización”, explican allegados suyos. La semana entrante Urtubey presentará libro y tendrá actividad ligada a la industria naval mercante.
La construcción en la provincia de Buenos Aires que concentra casi el 40% del padrón nacional será clave. Allí, Florencio Randazzo, Graciela Camaño y el hombre del lavagnismo Alejandro “Topo” Rodríguez, son los puntales.
