Las cámaras de seguridad no pueden faltar en el Little Arkansas. Así es como el massismo bautizó a su búnker de la Torre de las Naciones de Tigre. “Sergio es como Bill Clinton, que manejaba el país desde el lugar donde empezó todo”, repiten. Desde la oficina privada de Massa, controlan quiénes entran en el edificio y quiénes salen.
Allí todos tienen sus espacios, incluso sus consultores estrella, Sergio Bendixen y Antonio Sola (cuando está en el país). El jefe de campaña, Juan José Alvarez, maneja la estrategia política desde el cuarto piso. En este mismo espacio, se concentran en las boletas electorales y armado de los frentes.
Cada lunes, los intendentes también pisan el edificio, se reúnen con la diputada Graciela Camaño, los candidatos a gobernador bonaerenses y los jefes de bloque de la Legislatura. El nuevo inquilino es Francisco de Narváez, que mudó su mobiliario de Las Cañitas al piso 15 de la Torre, a sólo dos pisos de Massa. Ningún otro postulante a la gobernación contaba con el dinero para instalar sus oficinas allí. Hay un piso que está aún en construcción y es donde Massa dará sus próximas conferencias de prensa y atenderá a los medios.
El búnker del PRO está en pleno centro, en Balcarce y avenida Belgrano, a metros del boliche La Trastienda. Es un edificio viejo refaccionado, de cinco pisos, con una estética colorida y con oficinas abiertas con vidrios transparentes. En el último piso, Mauricio Macri tiene un living con una sala de reuniones al que va tres veces por semana. Allí se reunió con él, Carlos “Lole” Reutemann, cuando oficializó su apoyo.
Los lunes, el secretario general, Marcos Peña, y el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, suelen reunirse para diagramar la campaña. En el primer piso trabajan los técnicos de la Fundación Pensar y en el segundo está el área de Comunicación y Estrategia que coordina Peña, con jóvenes menores de 30. Allí hay sillones y una mesa de ping pong.
También tienen sus oficinas Humberto Schiavoni, el apoderado del PRO, y el ministro de Espacio Público, Edgardo Cenzón, quien se ocupa de la coordinación operativa. En el cuarto piso venía funcionando la Escuela de Dirigentes (a cargo de Paula Bertol), pero es inminente su traslado. En el subsuelo se reúnen los estrategas de las agencias de publicidad.
Daniel Scioli, en cambio, sigue usando el piso 19 de la sede porteña del Banco Provincia en la calle San Martín en Capital Federal, pero la campaña nacional hizo romper su lejanía con las oficinas de La Plata y trasladó a su equipo al edificio contiguo. Primero, en el cuarto piso del inmueble se instaló su hermano, José “Pepe” Scioli, desde donde dirige la Fundación DAR. Allí se reúne con políticos, empresarios y dirigentes de todo el país. Las calcomanías naranjas están por todos lados.
War Room es como bautizaron al tercer piso. Allí distintas oficinas sirven para que los funcionarios como el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, el titular del Instituto de Cultura, Jorge Telerman, y la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez, mantengan reuniones con total discreción. En el mismo piso y con varios televisores que transmiten los canales de noticias trabaja el equipo de comunicación.