El Gobierno porteño avanza con el diseño de la política de seguridad que aplicará para la Capital Federal. En un trabajo conjunto con las fuerzas federales, se lanzará un plan para impedir la circulación de vehículos particulares sin justificación en los ingresos y egresos de la Ciudad, así como el monitoreo de comercios.
El plan supone que habrá un estricto control tanto en el límite norte, por General Paz, como en el sur y el oeste. El ministro de Seguridad porteño, Diego Santilli, coordinó con su par nacional, Sabina Frederic, que las fuerzas federales, Gendarmería y Prefectura en particular, controlen a quienes salen de la Ciudad a la Provincia de Buenos Aires. Mientras que la Policía de la Ciudad se ocupará de aquellos que ingresen a la Capital.
“Queremos controlar a todo el mundo que se desplace en vehículos particulares y van a tener que justificar por qué se están moviendo. En caso de que no puedan hacerlo, se les secuestrará el vehículo y quedarán a disposición de la Justicia por incumplir el decreto presidencial y pueden quedar presos”, explicaron a PERFIL fuentes porteñas.
En el caso de aquellas actividades o ramas de la industria, como la alimenticia, la farmacéutica o empleados de la salud o de seguridad, entre otros de los que están habilitados para circular sin restricciones según el DNU que emitió el Gobierno nacional en la noche del jueves.
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Paralelamente la Ciudad dispuso que tanto Bomberos, como agentes de Tránsito y Defensa Civil también están trabajando en la calle para disuadir a los vecinos para que se queden en sus casas y, en el peor de los casos, ser un elemento de alerta temprana para que actúe la Policía de la Ciudad, comandada por el secretario de Seguridad, Marcelo D´Alessandro.
Solo en el día de ayer hubo 26 detenidos por incumplir el DNU y se registraron una gran cantidad de casos de recomendaciones de parte de las fuerzas de seguridad para que los vecinos no deambulen por las calles sin que sea para comprar alimentos o fármacos, sacar a pasear el perro o por una cuestión de fuerza mayor, como atender un familiar enfermo o anciano.
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Paralelamente, habrá refuerzo de controles en las cabeceras de los subtes, Constitución, Retiro y Once, en especial, y comenzó ya un despliegue de la Policía de la Ciudad en los barrios. En concreto: en supermercados, hospitales y sanatorios, hoteles y farmacias. Para ello, el ministerio de Seguridad porteño trabaja con las empresas de seguridad privada para coordinar acciones y que sean un elemento más de alerta temprana
A su vez, se reforzó también el centro de monitoreo para que los comercios cumplan los requisitos de la cuarentena y la distancia entre consumidores.
