Silvina Elena Zabala será nuevamente subsecretaria general de la Presidencia, acompañando la gestión de Aníbal Fernández como sucedió en todos los cargos que el funcionario ocupó en la última década.
Esta abogada tiene un largo historial de cargos en el Estado. Se desempeñó desde junio de 2003 hasta diciembre de 2005 como subsecretaria de Interior y anteriormente ocupó los cargos de subsecretaria General de la Presidencia (2002) y Jefa del Gabinete de Asesores del Ministerio de la Producción (2002-2003). En su último cargo, Zabala se desempeñaba hasta esta semana como subsecretaria de la Unidad de Coordinación Nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres del Consejo Nacional de las Mujeres.
La pareja de Fernández ya ocupó ese cargo durante su gestión en la Secretaría General durante el gobierno de Eduardo Duhalde y lo acompañó como jefa de asesores en su paso por los ministerios de Justicia y de Interior y también en la Jefatura de Gabinete durante la etapa kirchnerista.
Según publicó la revista Noticias en enero de 2013, Fernández y Zabala tienen una relación de más de dos décadas, aunque decidieron hacerla pública en los últimos años. En la publicación se destaca que la pareja tiene una hija (hoy, de 19 años) y resalta que la mujer fue jefa de Gabinete en cada uno de los cargos que ocupó el hoy ex senador y nuevamente funcionario de primera línea en la Casa Rosada.
Pero, ¿cómo se conocieran la abogada y el exsenador?. Según reseñó Noticias, todo comenzó cuando durante los ’90, ella trabajaba en el Senado y Aníbal era prosecretario administrativo.
Zabala, siendo abogada, trabajaba como secretaria privada de Juan Mario Pedersoli, por entonces el secretario administrativo la Cámara alta. Tiempo después, Zabala tendría a su cargo la Unidad de Coordinación Nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres del Consejo Nacional de la Mujer. Allí recaló luego de que su pareja asumiera su banca en el Senado de la Nación y por primera vez en casi dos décadas pudieron separarse, al menos durante la jornada laboral. Ahora los une nuevamente el amor y el trabajo.
El escándalo de la hija “no reconocida”. Noticias publicó en febrero de 2010 publicó en tapa la historia sobre la hija no reconocida de Fernández. Era una historia secreta para el común de los argentinos, aunque bien conocida en los despachos del poder. En aquella crónica se destacaba cómo el entonces jefe de Gabinete de Cristina no le había dado el apellido al fruto de su relación con Zabala, por entonces jefa de gabinete de esa cartera. También se daba cuenta de la relación paralela que mantenían Fernández y la funcionaria. En esa oportunidad, Aníbal solo se limitó a contestar con evasivas. “Yo de mi vida privada no hablo”, sostuvo pese a los reiterados pedidos para conocer los hechos.
Al momento del nacimiento de la niña, a fines de diciembre de 1995, tanto Fernández como su pareja estaban casados y decidieron mantener sus matrimonios, al menos en las formas. La joven lleva el apellido del ex marido de Zabala, pese a que desde pequeña tenía trato frecuente con su padre natural. Recién cuando ella cumplió 8 años, y tras el divorcio de Zabala, Fernández intensificó los encuentros con la niña.
No es la única hija del senador. De la relación con su ex esposa quedó Facundo. Aníbal y Facundo son compinches, ambos comparten la pasión por el rock (en especial por Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota) y el club de fútbol Quilmes (los dos integraban la lista que lo consagró como presidente de la entidad).