El presidente Alberto Fernández participó desde la residencia de Olivos de una nueva cumbre del Mercosur, en la cual brindó definiciones sobre el futuro de la región, con un mensaje contundente para Uruguay, que volvió a mostrar discrepancias con sus socios.
El gobierno de Luis Lacalle Pou insistió en impulsar acuerdos individuales por fuera del bloque y, además, decidió no acompañar la firma del documento final, establecido por los miembros del grupo, en desacuerdo por la rebaja de aranceles externos.
La iniciativa estaba consensuada en un principio pero Uruguay planteó que podía existir entendimiento si se alteraba la cláusula que impide a los miembros del bloque negociar acuerdos comerciales con otros países o bloques en forma individual; un punto en el que no existió concordancia.
El jefe de Estado argentino, en el encuentro que se realizó de manera virtual, destacó en su exposición respecto de la revisión del Arancel Externo Común, que “adoptamos un enfoque productivo apuntando a una rebaja en insumos y materias primas que nos permita ganar en competitividad promoviendo nuestra inserción en las cadenas regionales de valor”, y requirió a sus socios “no desperdiciar esta oportunidad”.
También consideró que es necesario “priorizar la integración dinámica y competitiva” con el objetivo de “crear más y mejores trabajos en la región y para generar mayor bienestar y crecimiento para nuestros pueblos”.
Para Fernández, “la clave es conseguir aperturas de mercados relevantes sin asumir obligaciones imposibles de cumplir”, lo cual “nos exige una visión comercial integrada y una capacidad de coordinación para atender a cada uno de nuestros intereses nacionales”. “No competimos por la creación de empleo. Al contrario: el crecimiento de uno siempre ha favorecido el crecimiento del resto”, subrayó.
“Somos una zona de paz y democracia. Debatamos sin miedo sabiendo que tener un signo político distinto no impide mejorar la infraestructura común y pensar en un futuro más justo y moderno para la región”, añadió, y expresó que la constitución de un mercado común que está cerca de cumplir 31 años de vida representa un “hito histórico que alcanzamos en medio de condiciones tremendamente difíciles”.
También valoró que el bloque regional “es la plataforma para la internacionalización de nuestros países” y consideró que “no hay futuro para países ermitaños que se encierren en sí mismos o emprendan aventuras en soledad”, una clara referencia al país gobernado por Lacalle Pou, quien en el evento volvió a insistir en la necesidad de realizar acuerdos de libre comercio de forma individual.
El líder del Ejecutivo uruguayo dijo que su país posee vocación por continuar en el Mercosur pero reclamó cambios a futuro. En ese instante, mostró su desacuerdo por la rebaja del 10% del Arancel Externo Común y condicionó la baja a la alteración de la cláusula que impide a los Estados miembros negociar acuerdos comerciales con otras naciones o bloques de manera particular.
Según el mandatario, se debe arribar a un “punto intermedio” para evitar nuevas tensiones y “para que todos se sientan satisfechos”. Luego, subrayó que “Uruguay ha sido claro en cuál es el camino a seguir” y que su posición será reiterada “en los tiempos que vienen”, “apostando de forma muy optimista a ese futuro”.