La movilización a Juncal y Uruguay por parte de militantes en apoyo a Cristina Kirchner estuvo teñida de tensión y violencia, cuando los manifestantes tiraron las vallas que cercaban el domicilio de la vicepresidenta y recibieron una contundente respuesta por parte de la Policía, con represión incluida.
Una jornada que terminó con dirigentes de La Cámpora detenidos, 7 policías detenidos y el gobierno porteño justificando su accionar.
Los incidentes comenzaron antes de las 18, cuando los partidarios de la titular del Senado derribaron el vallado dispuesto. A partir de ese instante, la Policía reprimió con palos, agua lanzada desde camiones hidrantes y gases lacrimógenos.
Felipe Miguel, jefe de Gabinete, quien confirmó que 7 efectivos terminaron heridos, responsabilizó por los hechos a “los violentos de siempre, que empezaron a empujar, voltearon las vallas, atacaron a los policías, rompieron los vehículos, arrancaron los espejos, patearon los escudos”. Y negó represión: “solo se utilizó agua para disuadir y dispersar”.
Paralelamente, desde el Frente de Todos montaron cuestionamientos hacia el Gobierno de la Ciudad y lamentaron los detenidos sin justificación alguna, muchos de ellos legisladores de la coalición oficial como Matías Molle (diputado provincial ), Fabián Rodríguez y Facundo Tinganelli, este último un hombre de máxima confianza de Máximo Kirchner. Los tres no pasaron mucho tiempo en esa condición ya que fueron liberados en el transcurso de las horas.
El dirigente Juan Grabois aportó que también fueron demorados la diputada nacional Natalia Zaracho y el legislador nacional Federico Fagioli. “No sabemos por qué los detuvieron. Vi toda la secuencia y no hubo resistencia a la autoridad”, dijo el dirigente social en declaraciones a A24.
Según Cristina Kirchner, con el operativo dispuesto por el Gobierno porteño, se dio una “lógica” idéntica al “partido judicial”.
“Para los macristas: cuidado y protección. Para los peronistas: vallas, infantería de la Policía de la Ciudad y hasta palos, gas lacrimógeno y gas pimienta como la noche del lunes. Nunca fueron ni serán democráticos”, remarcó la dirigente en todas sus redes sociales.
A última hora de ayer, hubo una reunión de funcionarios porteños y nacionales entre los que figuraban Marcelo D’Alessandro, Jorge Macri, Aníbal Fernández y Juan Martín Mena para evitar una escalada del conflicto.
En tanto, el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, calificó de “locura lo que está haciendo la ciudad de Buenos Aires de estar vallando la ciudad con un aparato represivo, estamos muy preocupados”.