El frente ECO que lidera Martín Lousteau vive momentos de tensión, fruto de las negociaciones que mantuvieron con Facundo Moyano y los coqueteos de Graciela Ocaña con el PRO. Para apaciguar los ánimos, ayer Lousteau y la “Hormiguita” se mostraron juntos en una recorrida de campaña, pero puertas adentro la relación no está en su mejor momento.
Desde el equipo del economista avanzaron en un acuerdo con el diputado y sindicalista Facundo Moyano, para intentar garantizarse una mejor fiscalización en la zona sur de la Ciudad, donde más dificultades encuentran. En concreto, se hablaba de que el hijo del líder de la CGT disidente aportaría un ejército de 300 fiscales que se distribuirán en tres comunas. Las suspicacias aumentaron cuando Moyano, durante el debate de esta semana, tuiteó: “Bien @GugaLusto, el candidato con más capacidad técnica, aparte de tener las mejores propuestas para gobernar la Ciudad de Buenos Aires”. Desde el radicalismo porteño, sin embargo, negaron que se haya concretado un acuerdo.
Cualquier acercamiento con Moyano despierta resquemores en Ocaña, que tiene un pasado de duros cruces con el líder camionero. Para peor, este jueves la legisladora porteña se mostró en una actividad con Horacio Rodríguez Larreta en la que anunciaron que se va a reglamentar una ley de beneficios a jubilados que impulsó Ocaña. A sus socios les dijo que era para evitar que el PRO sacara provecho político de una iniciativa propia, pero lo cierto es que desde el macrismo existe interés en mostrar proximidad con ella. En las PASO, donde compitió contra Lousteau, sacó 4% de los votos y en el PRO especulan con que varios de esos votos ahora también podrían migrar a Larreta en lugar de a Lousteau.
