Los expertos del área de cibercrimen de la Policía Metropolitana y los peritos de parte de Sandra Arroyo Salgado y Diego Lagomarsino concluyeron hoy el primer tramo del peritaje de los teléfonos celulares que utilizaba el difunto fiscal Alberto Nisman.
Así lo informaron fuentes cercanas a la fiscalía que lleva adelante la investigación, que precisaron que los análisis abarcaron a tres teléfonos (dos celulares y un Nextel), dos de los cuales fueron secuestrados en el departamento de Nisman en el edificio Le Parc de Puerto Madero.
El tercer teléfono fue aportado a la causa por la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, y es el aparato que el difunto Nisman le dejó a su hija mayor en el aeropuerto de Barajas, Madrid, cuando regresó a la Argentina en enero pasado para presentar la denuncia contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
No se trata de un peritaje sobre el contenido específico de los aparatos sino una primera observación que sólo está reservada a la jueza Fabiana Palmaghini, para que ella evalúe qué es "privado" y qué es de "relevancia para la investigación".
Los peritos de parte firmaron un compromiso de "confidencialidad" para que el contenido de esos aparatos, básicamente fotos y diálogos de WhatsApp, sólo sea conocido por la jueza.
Después de superada esta etapa, la jueza resolverá qué material será sometido a peritaje técnico propiamente dicho.
En las próximas horas, los peritos comenzarán, bajo la misma modalidad de trabajo, con el análisis del contenido de las computadoras personales, cinco en total, incluyendo un dispositivo Ipad.
