El canciller Héctor Timerman presentó su "renuncia indeclinable" como socio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y le retiró a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) el "derecho de hablar" en su nombre.
El canciller envió una carta elevada al presidente de la AMIA, Leonardo Jmelnitzky, en referencia a su renuncia: "Motiva tal decisión la certeza que ambas instituciones, con su accionar obstruccionista, continúan impidiendo el avance en la investigación del criminal atentado terrorista ocurrido el 18 de julio de 1994".
Además, afirmó que ambas instituciones "alimentan, tal vez sin desearlo, campañas de quienes pretenden usar dicha tragedia para fines contrarios a los intereses nacionales".
La renuncia del canciller ocurre luego de una serie de enfrentamientos entre él y la institución judía en el marco de la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra la Presidenta y el cuestionamiento del Memorandum con Irán. Dichos roces se originaron cuando Timerman impulsó el proyecto del Memorandum en el Parlamento.