El procurador penitenciario de la Nación, Francisco Mugnolo, admitió este miércoles que está "todo patas para arriba", luego de que un preso se consideró despedido en su trabajo dentro de una cárcel y ahora reclama una indemnización de 60 mil pesos, basándose en la ley de contrato laboral.
Por tal motivo, Mugnolo pidió que a las autoridades que sancionen un nuevo marco normativo en materia de trabajo para los presos. "Está todo desarmado, todo mal. Está todo patas arriba, hay que rehacer esta estructura del Estado para que sea mucho más eficiente y más justa", consideró el funcionario.
Según difundió hoy el canal TN, un condenado a prisión perpetua por asesinar a un policía federal y herir a otros dos efectivos en Palermo, en el 2000, -identificado como Renzo Germán Ranieri- exige una indemnización por el traslado de un penal a otro, que lo perjudicaría en sus tareas laborales que realiza en el ámbito carcelario.
El preso fue trasladado desde la cárcel de Devoto hacia el penal de Ezeiza. Allí le asignaron otras funciones y debía arrancar a trabajar a las 4 de la mañana en el sector de la panadería, y ese cambio en las condiciones de contrato es el principal argumento para pedir el dinero a modo compensatorio.
"Lo que está vigente es la ley de contrato de trabajo, entonces los derechos laborales que son genéricos para todo el mundo, también los presos lo utilizan, y hay casos que piden retroactividad por dos años por tal cosa", explicó Mugnolo. Al respecto agregó: "Por ejemplo, el traslado de un preso que está en el Gran Buenos Aires y lo mandan al Chaco, entonces llega allí y no tiene trabajo y dice: 'me hicieron perder el trabajo y por lo tanto reclamo'".
Para Mugnolo, "el derecho laboral dentro de la cárcel hay que discutirlo mucho, ya que hay cosas que no se pueden asimilar". Según el procurador penitenciario, "hay presos que trabajan muy poco y después están todo el día sin hacer nada".
Mugnolo subrayó que "hay que reglamentar" una normativa especial para los reclusos en materia laboral.