El último traspaso de mando fue un escándalo y el Gobierno de Mauricio Macri busca evitar que se dé una situación similar a la del 2015. Por ello, resolvieron que la ceremonia del próximo 10 de diciembre se realizará donde quiera el presidente electo, Alberto Fernández.
Desde el oficialismo sostienen que hay que acogerse al reglamento de Ceremonial de Presidencia de la Nación basándose en su artículo 141 y que por lo tanto la ceremonia de entrega de los atributos se debe hacer en la Casa Rosada. Por su parte, la oposición cita el artículo 93 de la Constitución y que, tal y como ocurrió en los años 2001, 2003, 2007 y 2011, el traspaso de poder se tiene que llevar a cabo en el Congreso.
Fuentes de Presidencia consignaron en diálogo con PERFIL que la decisión de dónde se le entregarán los atributos quedará a criterio de Alberto Fernández. “Nosotros vamos a acatar lo que defina el presidente electo”, consignaron.
Si el presidente electo desea hacerlo en el Congreso, se hará en el Congreso
“Seguimos sosteniendo que tradicionalmente el traspaso de mandos se hacía en Casa Rosada, como reclamamos en el 2015. Pero si el presidente electo desea hacerlo en el Congreso, se hará en el Congreso”, aclararon a este medio las fuentes cercanas al Presidente.
Por lo tanto, todo parece indicar que el traspaso de poder se va a llevar a cabo en la Asamblea Legislativa. "Corresponde que sea en el Congreso como marca la ley", respondieron desde el Instituto Patria a PERFIL cuando se les consultó por esta cuestión a fines de octubre.
El Gobierno afirmó que se estancó la transición con el equipo de Alberto Fernández
Según publicó el portal Infobae, tras la reunión Fernández mantuvo con la vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, en su casa de Recoleta el ex jefe de Gabinete tomó la determinación de que la ceremonia se lleve a cabo en el Congreso. En ese encuentro también definieron el futuro gabinete y los temas a tratar en las sesiones extraordinarias que se convocarán por decreto tras la asunción.
Tener una transición ordenada sigue siendo una prioridad para el Gobierno, que busca evitar confrontaciones con el presidente electo. A excepción de algunos cruces con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ningún miembro de la actual gestión cruzó al próximo mandatario.
B.D.N./FeL