Los hasta hoy prófugos Christian Lanatta y Víctor Schillaci fueron capturados esta mañana en la provincia de Santa Fe por las Tropa de Operaciones Especiales (TOE). Tras más de dos semanas de intensa búsqueda, los fugitivos de la Justicia no salieron del país y, a primera vista, no habría tenido la enorme estructura de protección que se esperaba que tuvieran. Desde la provincia de Buenos Aires habrían escapado, además, en la camioneta de la exsuegra de Martín Lanatta. Y bastaron unos llamados de los vecinos de pueblos rurales para que sean encontrados y capturados vivos.
Entonces, nuevos interrogantes se disparan ahora y se suman a la fuga de la prisión de máxima seguridad de General Alvear. ¿Por qué se dijo que los tenían cercados en territorio bonaerense? ¿Qué pasó con la comunicación entre las fuerzas provinciales y federales tras el "error de comunicación" del sábado respecto a la cantidad de los capturados? ¿Por qué hoy no permitieron en Santa Fe acercarse a las fuerzas federales hasta la llegada de la ministra Patricia Bullrich?
Éstas y otras dudas serán respondidas tal vez en los próximas días. De momento, Perfil.com pudo reconstruir parte de los hechos de las últimas horas. Por una cuestión de resguardar la integridad de los detenidos en Cayastá, pero también para "no correr riesgos", se decidió no permitir el acceso a la comisaría con los detenidos dentro, a ninguna otra fuerza federal.
Este medio se contactó con fuentes reservadas al caso quienes revelaron se decidió crear un "anillo de seguridad" alrededor de la comisaría santafesina para que ningún oficial de ninguna otra fuerza pusiera un pie a menos de 100 metros.
"Hasta que no venga el comandante general Gerardo Otero junto a Patricia Bullrich, no ingresa nadie", se escuchó decir dentro de las paredes que mantenían cautivos a Lanatta y Schillaci.
Es que no habría sido tomado con agrado que distintas voces a nivel nacional, funcionarios políticos y de las fuerzas, hayan apuntado directa o indirectamente contra la policía santafecina como los responsables del traspié del anuncio el sábado pasado con la fallida detención de la totalidad de los prófugos, como lo reflejan hoy varios matutinos.
"Quieren desentenderse de la responsabilidad de las fuerzas federales", mencionó en estricto off the record una fuente que conoce de cerca a las fuerzas de Santa Fe. Tampoco sería cierto que Pullaro se enteró de la detención de Lanatta y Schillaci porque un miembro de las TOE publicó la noticia en Facebook. "Parece parte de un operación a nivel político", analizó la fuente.
Este lunes, tanto oficiales de Gendarmería como Prefectura solicitaron varios veces e insistemente que se les permitiera el ingreso a la comisaría de Cayastá. Pero sólo se abrieron sus puertas cuando la ministra Bullrich se acercó junto a las cabezas de Gendarmería.
Bullrich aseguró recientemente en diálogo con C5N que el origen de la "información errónea" habría surgido de su propio equipo, tal como lo muestra el video publicado en esta nota. Después, en su conferencia de prensa de la tarde, denunció que hubo “muchos problemas, muchos sin sabores y muchas pistas falsas”. “Intentaron desviar la investigación”, concluyó. Por lo pronto, lo que lograron, fue la desconfianza entre las fuerzas.