Rudy Ulloa pasó de chofer de Néstor Kirchner a empresario en Santa Cruz. Llegó a tener un grupo de medios que se jactaba de llegar a todos los rincones de la provincia. En el apogeo, fue incluso protagonista de una oferta para comprar Telefe. Pero desde el retroceso del kirchnerismo local, su influencia decayó y se vio obligado a cambiar de actividades.
Ulloa cerró El Periódico, como se llamaba su diario. Mantiene FM Del Carmen y un plantel reducido en su Canal 2 de Río Gallegos. Cada vez más se dedica a otros emprendimientos como Super Comunitario, un comercio minorista en el barrio Evita de Río Gallegos.
En plena interna con el kirchnerismo, el gobierno de Daniel Peralta le quitó hasta el búnker en el que operaba, una oficina armada a su gusto en el Centro Integrador Comunitario Del Carmen, en el barrio homónimo.
Su última aparición pública fue en el tercer aniversario por el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, de quien fue chofer, secretario y amigo durante años. El pasado 27 de octubre, llevó una ofrenda floral a los pies del monumento de bronce y mármol que levantó en su nombre.
Tenía un vínculo afectivo con Kirchner, de quien también fue su cadete en el estudio de Río Gallegos.
En su repliegue, Ulloa comenzó a construirse una nueva casa en las afueras del casco céntrico de Río Gallegos, según reveló esta semana el sitio OPI Santa Cruz.
Se trata de una casa quinta que contrasta con las viviendas familiares del populoso barrio San Benito. La construcción está rodeada de un cerco perimetral con árboles, al estilo de otro empresario que supo prosperar en los años K, Lázaro Báez.
El complejo cuenta con la vivienda familiar, que ocupa un gran espacio con amplias ventanas termopanel vidriadas, con vista a un jardín donde se disponen juegos infantiles. El edificio está preparado para tener sensores para luces y cierre de cortinas, alarmas automáticas y cámaras de seguridad, según informó la misma fuente.
Además de una vivienda donde se aloja el casero, el predio posee un portal de ingreso con casilla para personal de seguridad, quincho y una pileta de natación climatizada, todo un lujo para el hostil clima santacruceño.
Hace apenas dos años, Rudy había inaugurado otra casa en pleno centro de Río Gallegos, en la avenida Kirchner y Mascarello. Ahora, para su relax personal, en su nueva casa también tendría pensado montar un microcine para mirar el mundial de fútbol.
El color es el mismo que les imprime a todas sus propiedades, un beige rústico, combinado con piedras. En el quincho habría mandado a grabar una enorme “R” en color dorado, en las prolijas puertas que cierran el inmenso hueco que ocupa la enorme parrilla que abarca toda una pared en el mismo terreno.
Venido a menos en el plano político, Rudy Ulloa Igor mantiene contacto con algunos dirigentes locales salidos de la Unidad Básica Los Muchachos Peronistas, pero su influencia en los hechos importantes de la provincia hoy es prácticamente nula.
Desde Río Gallegos
