De Vido prefiere no perder tiempo en las cuatro aeronaves oficiales, los Tango 01, 02, 03 y 10 ni en aviones de Aerolíneas Argentinas. Según los registros aeroportuarios, en vuelos importantes prefiere hacerlo en un Challenger 601 de matrícula argentina (LV-BYG) que cuesta alrededor de 10 millones de dólares, según informó La Nación.
Por eso a nadie del Gobierno le sorprendió que el domingo 7 de febrero De Vido aterrice en Venezuela a bordo de esa aeronave. Tampoco cuando dos semanas después estuvo en Tarija, Bolivia, donde anunció por enésima vez el Gasoducto del Nordeste, una obra monumental que nunca empezó y que debía estar terminada, según los plazos iniciales, en mayo de 2006. El aterrizaje en Caracas fue el domingo 7 de febrero, con otros cuatro pasajeros, y le costó al Ministerio de Planificación Federal 478.016 pesos. El de Tarija, el 23 de ese mes, costó 186.000 pesos.
Igual que Jaime. Quien se atribuye la propiedad del lujos avión es el piloto Gustavo Carmona, procesado en la causa en que se investiga al ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, por haber recibido dádivas de empresarios a los que debía controlar. Según la Justicia, el propio Carmona se contradijo a sí mismo en septiembre del año pasado. Había dicho que "nunca fui dueño de ningún avión", pero en los papeles Carmona es dueño de Emprendimientos y Servicios Aeronáuticos, firma inscripta como propietaria del avión. Está acusado de haber pagado en efectivo los controvertidos vuelos de Jaime: las compañías de taxis aéreos involucradas le facturaron varios viajes a esa sociedad.
De Vido volvió a subirse al Challenger en marzo cuando visitó a la presidenta Cristina Kirchner en El Calafate, también el 16 de marzo cuando fue a Ushuaia, con otras cinco personas, para firmar un acuerdo petrolero con la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos. Carmona admitió al matutino ser el propietario del avión e, incluso, haber transportado varias veces a De Vido. Afirmó además ser proveedor del Estado argentino y estar inscripto como operador de taxis aéreos.
Carmona dice tener todas las facturas en orden y con nombre y apellido. Afirma, por ejemplo, que el viaje de De Vido a Tarija le fue facturado al Ministerio de Planificación el 23 de febrero en 33.000 dólares por el trayecto y otros 15.000 dólares por pernocte, viáticos y catering. Los voceros del Ministerio se mostraron sorprendidos ante la noticia y prefirieron no contestar a las consultas periodísticas.
Carmona creó la empresa el 5 de abril de 2009. Diez días después el empresario inició el registro del avión, que tiene un extraño contrato de leasing simulado: el lessor que lo provee, Sirjet LLC, de Delaware, Estados Unidos, tiene como presidente al propio empresario. Es decir, el piloto de De Vido firmó un contrato consigo mismo para prestarse dinero.