“Tengo que salir del estudio de televisión e ir a visitar a los que tienen necesidades”, decía Marcelo Tinelli en 2017 cuando se imaginaba un posible salto a la política en lo que sería la próxima elección presidencial. Ya en plena campaña sumó fotos con gobernadores, intendentes y dirigentes territoriales, pero la tercera vía por la que se imaginaba candidato no terminaba de entusiasmar a la política y a los ciudadanos. No hubo operativo clamor por su postulación y el protagonismo de Cristina Kirchner que bendijo a Alberto Fernández, lo terminaron de correr de ese lugar. El viernes, el conductor de ShowMatch llegó a la Quinta de Olivos con la que alguna vez se imaginó poder ocupar pero fue para charlar durante una hora con Fernández.
Tinelli mantiene buen vínculo con un sector de la alianza como puede ser el “albertismo” y Sergio Massa pero hay un espacio al que nunca pudo llegar: el kirchnerismo. “¿Para qué lo recibe?”, se preguntaban ayer algunos dirigentes que además recordaban que “ya no es el Tinelli de 20 puntos de rating”. Su regreso a la televisión es con cifras por debajo de los dos dígitos.
El conductor televisivo viene de tener un fuerte cruce con el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, luego de incumplir con los protocolos sanitarios en el primer programa. Quiso saldar esa discusión y le terminó pidiendo perdón.
Pero más allá de la política, el fútbol fue el protagonista de la conversación que mantuvo con el Presidente el viernes en Olivos. La conducción de la AFA está en la mira de todos los sectores de la alianza que gobierna y el actual titular, Claudio Tapia, no cuenta con ningún aval para continuar allí.
El de Tinelli es uno de los nombres que sonaban para avanzar en una nueva estructura en el fútbol argentino. Pero no es el único y a este se suman los de Rodolfo D’Onofrio, Nicolás Russo, Víctor Blanco y Marcelo Achille. Dentro de la alianza que gobierna, cada espacio tiene su candidato. Si dependiera solo de la política, Tinelli sabría que su encuentro con el Presidente está lejos de garantizarle pelear por este cargo.