La causa AMIA y los expedientes que se instruyeron alrededor de ella componen un universo que incluye: un juicio que concluyó con absoluciones para todos los acusados y la orden de empezar nuevas investigaciones, y otro que se desarrolla actualmente, por el encubrimiento del ataque. En tanto que el año próximo año comenzarán otros dos debates entorno del mayor ataque terrorista de la historia local: uno por el Memorando de Entendimiento con Irán, en el que estará CFK en el banquillo de los acusados, y un cuarto, previsto para marzo próximo, en el que él único acusado será Carlos Telleldín, último tenedor de la Trafic, que presuntamente intervino en el atentado ocurrido hace 24 años.
El mismo 18 de julio de 1994, pocos minutos después de conocerse el atentado a la sede de la AMIA se abrió la causa penal por el caso, en la que intervino el Juzgado Criminal y Correccional Federal 9, que ese día estaba de turno, entonces a cargo de Juan José Galeano. Por parte del Ministerio Público Fiscal intervinieron Eamon Mullen, titular de la Fiscalía 9 y su amigo y fiscal adjunto, José Barbaccia. La causa fue la 1156 y quedó denominada “AMIA”. Hasta 1995 fue el único expediente por el caso y tuvo como detenido sólo a Carlos Alberto Telleldín.
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Desde entonces, la causa creció en expedientes paralelos y tuvo un primer juicio que terminó en escándalo. Fue el 2 de septiembre de 2004, cuando el juez Miguel Pons leyó la sentencia. En dos años y diez meses de audiencias, nada se sabía sobre los autores del ataque. Pons y sus compañeros del Tribunal consideraron que la imputación del atentado hecha a un grupo de policías bonaerense había sido el resultado de una hipótesis armada por el juez Galeano, con apoyo de funcionarios.
El TOF 3 declaró nulo el decreto del 31 de octubre de 1995, por el que se dispuso instruir la causa Brigadas, pidieron que se investigara el encubrimiento y entendedieron que incluía a actores políticos, jurídicos, policiales y de Inteligencia, entre los que estaba Carlos Menem, en su cargo de Presidente.
Tras la decisión del Tribunal, se creó la UFI AMIA, y Néstor Kirchner ubicó allí al fiscal Alberto Nisman, quien había sido fiscal coadyudante en el juicio. Nisman investigó el encubrimiento ordenado por el TOF y en agosto de 2015 comenzó el juicio de Encubrimiento, conocido como el “desvío de la pista Siria”, que sentó a Menem, Galeano, y los ex fiscales del caso Eamon Mullen y Juan José Barbaccia, junto a otras nueve personas, en el banquillo de los acusados. El debate se desarrolla actualmente y en antes de fin de año se conocerá el veredicto del caso.
Nisman apareció muerto de un balazo siete meses del comienzo del debate. Fue cuatro días después de denunciar a CFK, el entonces canciller Héctor Timerman, y un grupo de referentes del kirchnerismo, por un nuevo encubrimiento. El fiscal consideró que había sido a través del Memorando de Entendimiento con Irán. Esa denuncia, que fue inicialmente desestimada por el juez Daniel Rafecas y en las dos instancias superiores, fue reabierta a fines de 2016.
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El expediente, por orden de la Cámara Federal, llegó al despacho de Claudio Bonadio, donde tramitaba una causa similar por Traición a la Patria. Bonadio instruyó el expediente con velocidad y en diciembre pasado dispuso el procesamiento con prisión preventiva de la ex presidenta, Timerman, y varios referentes kirchneristas. Poco después elevó el caso a juicio. Sin fecha de inicio definida, se prevé que comenzará en los primeros meses del año próximo y así AMIA, volverá a tener un juicio por presunto encubrimiento.
Para marzo próximo también está previsto que comience el debate contra Telleldín, imputado por el acondicionamiento y entrega de la Trafic. Telleldín, que está siendo juzgado por encubrimiento, ya había sido juzgado y absuelto en el primer juicio oral por la causa AMIA, por lo que en teoría no podía volver a ser juzgado por ese hecho, pero en 2009, un recurso extraordinario presentado por los familiares de las víctimas, llegó la Corte, que hizo lugar a la posibilidad de un nuevo debate.
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