POLITICA
mario quintana, cada vez con mas poder

Un ex CEO negocia con gremios y piqueteros

A cargo del área social, el segundo de Peña quiere mejorar el ritmo del Ejecutivo. Influyó en el acuerdo con holdouts, blanqueo y pago a jubilados. El elegido para contener a Carrió.

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Timbreo. Participó de tres de las jornadas macristas. Dice que le “divierte” hablar con la gente. | cedoc

Mario Quintana es el primero de los CEO que inundaron los despachos de la Casa Rosada que logró dar el salto, sacarse las siglas de encima y pasar a ser considerado por propios y ajenos como un político con todas las letras. Número dos de Marcos Peña, tuvo un rol preponderante en la mayoría de las decisiones más importantes que tomó el gobierno de Mauricio Macri, como la negociación con los holdouts, el armado del blanqueo y la “reparación histórica” a los jubilados.

Ahora, el secretario de Coordinación Interministerial tiene un doble objetivo en mente: hacia adentro del Gabinete, mejorar el ritmo de ejecución de las políticas que consideran prioritarias y, hacia afuera, lograr un cambio cultural en el mundo empresarial. El mismo se considera ahora “un político que había sido empresario, y no un empresario político”.

Yo los conozco”, cuentan que transmitía Quintana sobre las actitudes de los empresarios en las reuniones donde armaban el proyecto de ley de Defensa de la Competencia, que presentaron Elisa Carrió y Mario Negri en el Congreso. En una entrevista en el canal América profundizó: “Hay mucha conducta cortoplacista y hasta perversa en algunos sectores”.

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Ahora les bajó un cambio a las críticas y sostiene que a las empresas hay que darles “los incentivos correctos”.

Pero su área de influencia no se limita al mundo empresarial, sino que también fue clave en el armado de la mesa de coordinación con empresarios y sindicalistas. “Tiene códigos de barrio, que no tienen otros, como Marcos Peña”, señaló un sindicalista que compartió reuniones con él. “Fue el que mejor impronta le dio a la relación con la CGT”, agregó.

Esos códigos, Quintana se los asigna a su pasado familiar. La abuela del fundador del grupo Pegasus y Farmacity era mucama, y su marido estuvo internado en un manicomio. Se crío en Mataderos y en su juventud se dedicó a militar con un grupo de curas villeros en Ciudad Oculta. Hasta que a los 22 años su novia Ana (actual esposa y madre de sus tres hijos) quedó embarazada y él cambió el rumbo de su vida. Una vez quedó envuelto en un cruce de bandas, con tiros incluidos, por lo que decidió enfocarse en su familia.

Ese pasado también le permitió tener una buena llegada a los movimientos sociales, cuyos referentes le reconocen ese perfil social. El propio Quintana se muestra emocionado cada vez que le preguntan por la pobreza, algo que está buscando moderar para que no parezca impostado. “A los pobres ya los usaron demasiado”, dice.

En su época de empresario  mantuvo contacto con el trabajo social, pero los habituales timbreos macristas le permitieron volver a interactuar directamente con las necesidades de las personas. “Me divierte hablar con la gente”, piensa el funcionario al que le gusta definirse como “morocho y feo”.

Aparte de coordinar a los 22 ministros junto a Gustavo Lopetegui (amigo y también ex CEO), Quintana tiene otra dura tarea: contener a Carrió. Se conocieron en una reunión armada por Pepín Rodríguez Simón, y ahí él le confesó que estuvo entre el 1,8% que la votó en 2011.

Su primer traspié como funcionario se lo provocó el sitio Chequeado, del que fue miembro del consejo asesor hasta que saltó a la política. Al primer chequeo que le hicieron no lo perdonaron: le clavaron un “falso”.

Sus detractores

No todos fueron elogios para Mario Quintana desde que asumió como vicejefe de Gabinete. Sus principales detractores son los dueños de los laboratorios, quienes le endilgan estar operando desde las sombras para sacar normas que los perjudiquen. “Yo ya los enfrenté en Farmacity”, responde el ex empresario, quien asegura que una de las primeras decisiones que tomaron con Mauricio Macri fue que no iba a intervenir en ninguna decisión vinculada con la salud, para así evitar un conflicto de intereses. Los laboratorios no lo creen.

Otro foco de críticas fue que dos de sus empresas estuvieron entre las que compraron dólar futuro a precio bajo. El reconoce que hizo gestiones ante el Rofex, pero “para que todos los que compraron dólar futuro ganen menos”.