Las imágenes satelitales del Mar Argentino muestran una isla de luces. No es la mítica Atlántida, son centenares de barcos pesqueros fondeando en el límite del mar soberano, listos para enfrascarse en una batalla que, año a año, implica 500 millones de dólares en pérdidas para la Argentina.
Esta semana, un capítulo de este conflicto despertó una fuerte polémica con China. Una patrulla de Prefectura Naval persiguió y hundió al buque pesquero Lu Yuan Yu 10, que se había internado a faenar, sin autorización, en el sector del mar asignado al país. En la mayoría de los casos, las persecuciones culminan con la fuga de la nave infractora. Como ocurrió, el pasado 3 de marzo, cuando la Armada persiguió un pesquero chino hasta las cercanías de Montevideo y autoridades uruguayas los obligaron a retirarse. En los medios militares y pesqueros son frecuentes las acusaciones de protección a los “piratas chinos” en el país vecino.
En un relevamiento realizado por la revista Puerto se detallaron unas seis capturas de pesqueros chinos desde 2012. Un número pequeño, si se considera que, según el experto de Greenpeace en pesca ilegal Milko Schwartzman unos 300 buques (200 chinos), se agolpan todos los años frente a la Zona Económica Exclusiva Argentina.
La Fundación Nuestro Mar elaboró un informe, presentado ante Cancillería, donde se detalla la situación de la pesca ilegal de las principales especies. Atribuyen a esta práctica pérdidas para el país de 500 millones de dólares. Si se toma el dato y se lo compara con las exportaciones de soja, la pérdida para el país es cercana al 20% de los ingresos por ventas argentinas de la oleaginosa.
Nuestro Mar también señala un dato corroborado por fuentes castrenses: el país no cuenta con medios técnicos para controlar la actividad pesquera. El ex ministro de Defensa Horacio Jaunarena explicó a PERFIL que “lo que sorprende es que en los últimos 12 años se hayan producido tan pocas capturas” y recordó como ejemplo de la falta de presupuesto que “buques de superficie de la Armada navegan sólo seis días de navegación al año por falta de recursos”.
Sin multas por Malvinas
Además del problema de la pesca ilegal, que termina en venta en internet, como en la imagen adjunta está el factor Malvinas. Empresas japonesas y españolas faenan con el permisos de isleños, no reconocido por la Argentina. La ley de pesca sanciona a empresas que, contemporáneamente, trabajan con permisos argentinos y de las islas. Pero, el único caso de sanción, que surgió por la denuncia del ex empleado de la empresa japonesa, Juan Benegas, se mantiene “cajoneada” en la Secretaría de Pesca. El caso está comprobado y, por causas burocráticas, no se ha hecho efectiva la multa aún, a pesar de que el caso fue descubierto en 2014.