Una de las claves del caso Niembro fue la filtración de material sensible tanto a la oposición como a los medios vinculados al kirchnerismo. En ese marco, no son pocos los funcionarios cercanos a Macri que explican que hubo un “topo” o entregador de información. No en vano la legisladora porteña K Gabriela Cerruti anticipó en 6,7,8 que el macrismo estaba “presionando” a trabajadores en busca de un responsable.
El área apuntada es la Dirección de Contaduría, adonde llega el expediente para que se prepare el dinero a cobrar, en este caso por La Usina, la empresa del periodista deportivo. Fuentes del macrismo aseguraron que ya hay una persona identificada, aunque se negaron a dar su nombre. Algunos funcionarios aseguraron que fue cesanteado y separado de su cargo. Luego, el gobierno porteño buscó bajarle el tono y evitó dar precisiones sobre el destino del funcionario señalado por las filtraciones.