La lucha que Gabriela y Edgar Molnar tienen desde hace 9 años para preservar la salud de su hija Francesca y mejorar la calidad de vida no cesa. Es que la niña, que nació con una cardiopatía congénita compleja, debió someterse a tres operaciones y la última de ellas en el exterior. La Obra Social no se quiso hacer cargo, pero una medida judicial los obligó: ahora la Justicia quiere que la familia devuelva 278 mil dólares.
La historia tiene como protagonistas a la niña y sus padres, oriundos de la provincia de Chaco. Tras dos operaciones, la salud de la niña continuaba deteriorándose y los tratamientos médicos en Argentina no le dejaron otra salida que someterla a un trasplante de corazón, un procedimiento muy riesgoso teniendo en cuenta la edad de Francesca.
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Sus padres no dudaron y siguieron la lucha. A contratiempo, tenían que encontrar una alternativa, un tratamiento que mejore el cuadro cardiológico pero sin llegar al extremo propuesto por los médicos. Esa búsqueda trascendió las fronteras de la Argentina y llegó hasta Estados Unidos.
El Hospital de Niños de Boston tenía la clave, pero claro, enfrentar un tratamiento de esas características les demandaba mucho dinero.
Recurrieron a su Obra Social que hasta el momento los había acompañado con la cobertura del tratamiento, pero se encontraron con una respuesta negativa.
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"Nosotros empezamos a buscar, no podía ser que no exista ningún tratamiento. Dimos con el Hospital de Niños de Boston, pero tuvimos que presentar cautelares y amparos para que la Obra Social se haga cargo del tratamiento porque en el país no había ninguna solución", contó Gabriela, madre de la nena.
Cómo es el proceso judicial
El proceso judicial para lograr que la entidad se haga cargo del pago del tratamiento estaba en marcha. Y tuvo varias etapas, según la madre: "En primera instancia perdemos, después apelamos y ganamos. Con esa apelación pudimos ganar y Fran se pudo operar".
La operación permitió que la niña pueda mejorar su situación de salud sin llegar al extremo de tener que trasplantarse. "Hoy tiene 9 años y gracias a esa cirugía de 2018 hoy está bien, con su propio corazón y solo toma una aspirineta diaria", contó la madre en declaraciones a Radio Rivadavia.
La mejora también impactó en la calidad de vida de la familia. No obstante, en el último tiempo comenzaron a ser amenazados con una situación legar que, claro está, no tiene comparación con la posibilidad de que la salud de su hija esté en riesgo, pero que les genera una fuerte preocupación.
Resulta que si bien pudieron llevarla a Estados Unidos, el proceso judicial en Argentina siguió su curso y tuvo novedades desfavorables para la familia. El caso llegó al Superior Tribunal de Justicia, la máxima instancia judicial de Chaco, y revertió la decisión favorable a la familia. Ante eso, ahora les exigen la devolución de los millonarios fondos que posibilitaron el tratamiento.
El padre, en tanto, contó que el gobernador Jorge Capitanich intervino en la situación para destrabar el conflicto con la obra social. Esperan, entonces, una solución que les permita seguir disfrutando de la salud de su hija.
AS/fl