En el puesto uno del portón de la Unidad 30 del penal de General Alvear debía haber tres guardias el domingo último cuando Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Cristian Lanatta se fugaron.
"Esto es una cama, acá no tendría que haber nadie, eso es lo que arreglamos", dijo uno de ellos, y así manifestó el guardia del portón.
Al parecer, pensaron en una emboscada y en que el revólver no les iba a servir de mucho, según consignó el portal Infobae.
El vigilante era un Testigo de Jehová que no portaba armas porque su religión se lo impide.
Los reos se escaparon el domingo por la madrugada, y desde entonces se desplegó un operativo para dar con su paradero. Los tres hombres encabezan además, la lista de más buscados para el organismo internacional, Interpol.