Elia Espen, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, ofreció una extensa entrevista en la redacción de Perfil.com. Aquí la segunda y última parte de la nota en la que habla del Punto Final K sobre lo que pasó en los ´70.
Crítica de la utilización política del excentro clandestino de detención ESMA por el kirchnerismo, la Madre asegura que fue “aberrante” y “se tendría que haber mantenido como estaba” sin reformas.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó a calificar a los que no apoyan su política de derechos humanos como “antipatria”, pero Espen eso no evita que esta militante considere que “toda esa plata que se gastó allí mientras que hay muchos chicos que se mueren de hambre como cuando viajé a Misiones por María Ovando, se morían de hambre”.
También criticó el aumento del presupuesto en la secretaría de inteligencia paralela de César Milani y en el Fútbol Para Todos: “Si es un gobierno de derechos humanos, ¿por qué no emplea esa plata en otras cosas?”.
Espen duda que alguna vez Cristina la llame aunque converse asiduamente con otros referentes de los derechos humanos: “No me van a llamar pero me gustaría sentarme con ella y decirle que piense un poco, ella siempre dice que es la Presidenta de los 40 millones pero no lo es sino de un grupo”.
La Madre también imaginó un encuentro con Milani: “Le diría que es genocida, un asesino, que deje de mentir y engañar a la gente, pero me pregunto por qué el gobierno lo defiende”. “No se si lo que están buscando es un punto final porque sino ya hubiesen abierto los archivos y si lo hacen, caerían muchas empresas que cooperaron con los genocidas”.
Sobre el pasado de los Kirchner, Espen recordó que “cuando éramos perseguidas y golpeadas y cuando nos escapamos de la Catedral –habla del año 1977- me pregunto ¿dónde estaban los K?”.
En relación con el futuro de los organismos de derechos humanos dijo que “no creo que vuelvan a estar juntos” pues “este gobierno consiguió que haya mucha discordia”.
(*) Especial para Perfil.com.