La creciente tensión entre el Javier Milei y la Victoria Villarruel tuvo un nuevo capítulo este jueves, evidenciado una vez más su incapacidad para consensuar siquiera un procedimiento administrativo elemental, como el traspaso temporal del mando presidencial. Este impasse ha generado preguntas clave: durante la ausencia del mandatario, ¿quedó Villarruel efectivamente al frente del Ejecutivo mientras presidía el Senado? ¿Es suficiente con la firma del Presidente para oficializar el traspaso, o debe notificarse formalmente a la Vicepresidenta? Elementos que están siendo puestos sobre la mesa para cuestionar la validez de la sesión de este jueves.
Edgardo Kueider fue finalmente destituido de su cargo como senador nacional tras ser detenido en la frontera de Paraguay con 200.000 dólares sin declarar. La polémica alrededor de la procedencia política del senador comenzó inmediatamente cuando fue detenido. Mientras que desde el oficialismo se difundieron imágenes de Kueider acompañando la boleta de Cristina Kirchner y Alberto Fernández, desde el peronismo argumentaron que el senador estaba cerca de Javier Milei, e incluso levantaron suspicacias sobre el hecho de que el origen del dinero que le incautaron podría estar relacionado con la compra de voluntades para aprobar la ley Bases.
Expulsión "expres" del senador del que nadie se hizo cargo y una banca más para los K | Perfil
El asunto es que, habiendo entrado en la boleta de Unión por la Patria, el senador era efectivamente un voto para el oficialismo, que en momentos puede resultar decisivo para un Gobierno que cuenta apenas con una pequeña fracción parlamentaria. En función de esta especulación política, La Libertad Avanza hizo todo lo posible para que el senador no sea destituido y reemplazado por otro miembro de Unión por la Patria (Stefania Cora, ligada a La Cámpora) y presentaron, en cambio, una moción de suspensión. En un posteo en sus redes sociales, la vicepresidenta dio una vez más muestra de un discurso exacerbado para la tribuna cuestionando la voluntad popular.
En el marco de esta polémica, el Gobierno busca agarrarse de cualquier argumento para intentar evitar perder ese voto en Senadores. Otro controvertido, aunque un poco leguleyo, episodio se ha puesto en el centro del debate durante la sesión que destituyó a Kueider este jueves. Se trata de un supuesto irregular traspaso de mando presidencial que podría dar argumentos para impugnar la sesión. El escándalo expone una desconexión cada vez mayor entre el presidente Javier Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel.
La sesión del Senado que sancionó la expulsión de Kueider fue presidida por Villarruel, a pesar de que, en ese momento, ella debía asumir la Presidencia de la Nación ante el viaje de Milei a Italia. La Constitución prohíbe que una persona ejerza simultáneamente la presidencia de dos poderes.
En medio de esta controversia, los representantes del Poder Ejecutivo no tardaron en señalar a Villarruel como el centro de las críticas. Damián Arabia, diputado nacional del PRO y aliado cercano de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó en la plataforma X que Villarruel podría haber incurrido en "usurpación de cargo", ya que, según él, el reglamento estipula que en ausencia del Presidente, el Senado debe ser liderado por su Presidente Provisional. Félix Lonigro, abogado constitucionalista, dijo que “la vicepresidenta no puede ejercer las dos funciones al mismo tiempo”. “O es presidenta del Senado o se hace cargo de la presidencia”, aseveró.
El episodio proporciona munición a los adversarios políticos de Villarruel para seguir limando su legitimidad. Por otro, podría fortalecer las bases de una impugnación judicial promovida por el senador Kueider, quien podría argumentar que la sesión donde fue separado de su cargo se desarrolló de manera irregular.
Aunque no tenga muchas posibilidades de salvar su cargo, entre los argumentos que Kueider podría esgrimir se encuentra la falta de oportunidad para ejercer su derecho a defensa, ya que él sostiene que el dinero incautado nunca le perteneció. Sin embargo, los analistas apuntan a que estos cuestionamientos técnicos palidecen frente a la decisión política tomada por el Senado, que contó con una mayoría contundente.
En el caso de un litigio judicial, es probable que los jueces prioricen el respaldo institucional del Poder Legislativo por encima de las formalidades reglamentarias, como ha ocurrido en situaciones similares. Incluso si se llegara a convocar una nueva sesión para ratificar la votación, parece difícil revertir la decisión ya adoptada.
La polémica técnica se da alrededor de la falta de notificación formal del viaje presidencial a Roma. Mientras desde el equipo de Villarruel aseguran que el aviso llegó de manera informal vía WhatsApp y que ella solo se enteró oficialmente a las 19, la Casa Rosada sostiene que la notificación se envió con antelación en un archivo PDF. Este archivo, afirman, es suficiente para formalizar el traspaso de mando, aunque la vicepresidenta niega haber estado al tanto en tiempo y forma.
El traspaso de mando debe hacerse mediante la firma de un acta por parte de la Vicepresidenta, por lo tanto, también cabe la interpretación de que Villarruel no había asumido como representante principal del Poder Ejecutivo. Incluso desde el bloque oficialista, que es desde donde parte el cuestionamiento a la validez de la sesión, se reconoce implícitamente este hecho. El senador oficialista, Carlos Pagotto, señaló que "cualquiera podría pedir la inpugnación de la sesión". “Yo creo que un escribano debió haberse constituido en la Cámara y hacerle firmar. Son cuestiones jurídicas elementales. Tranquilamente, podría darse la impugnación de la sesión de hoy. Tendría que haberse hecho un acta de traspaso de mando y firmar la vicepresidenta. Ni bien se firma el acta, cumple otras funciones. Ahora tendrán que dilucidar quién tiene la responsabilidad”, declaró.
Fuentes cercanas a la vicepresidencia justificaron su actuación argumentando que el escribano encargado del traspaso de mando llegó al Senado recién a las 19 horas, cuando la sesión ya había terminado. Esta explicación contradice la versión del vocero presidencial Manuel Adorni, quien aseguró que Milei partió rumbo a Italia al mediodía, mucho antes de que se llevara a cabo el debate legislativo.
Los aliados de Milei aseguran que este acto pudo incurrir en "usurpación de cargo", ya que, en ausencia del presidente, el Senado debe ser liderado por el presidente provisional del cuerpo. Esta falta de claridad en las responsabilidades ha llevado a que el legislador libertario Carlos Pagotto plantee la posibilidad de declarar nula la sesión por irregularidades.
La votación que destituyó a Kueider obtuvo una amplia mayoría, y aunque su validez pueda ser cuestionada en los tribunales, es improbable que cambie el resultado. La jugada del Gobierno es arriesgada, en tanto los deja pegados a la defensa de un senador atrapado in fraganti cometiendo un delito.
FM/fl