El bautismo y el festejo del primer año de vida fue el momento elegido por Daniel Scioli y Gisela Berger para presentar en sociedad a Francesca Scioli. Y así lo hicieron en una ceremonia íntima celebrada ayer, antes del mediodía, en la Parroquia Salvador del Delta, desde donde los invitados se trasladaron hasta la casa que el ex gobernador tiene en Villa La Ñata para compartir un prolongado almuerzo.
Los padrinos de Francesca son Adriana, la madre de Gisela, y Nicolás, el hermano menor de Scioli. Para el festejo, la familia de la modelo viajó desde Córdoba y, por parte del diputado de Unidad Ciudadana, asistió su mencionado hermano, su hija Lorena con sus dos hijas y amigos próximos al político como, por ejemplo, Nacha Guevara.
Francesca, la hija menor del ex gobernador y Gisela, nació el 23 de octubre del año pasado. Desde su nacimiento, y después de varias idas y venidas, Scioli y Berger decidieron volver a convivir. También hubo gran alboroto mediático y algunas reuniones, abogados mediante, hasta la conformación del clima familiar presente.
En la actualidad, ellos –la pareja y la pequeña– pasan sus días entre Villa La Ñata y Palermo.
Antes del nacimiento de la beba, ambos coincidieron en no querer saber el sexo hasta el día del parto. Los nombres elegidos eran Santino en caso de ser varón y Francesca si era mujer. Este nombre fue elegido por Scioli por su descendencia italiana. Con un año recién cumplido, la pequeña aún no va a la guardería, ya que a Gisela le cuesta despegarse de su primera hija y quiere aprovechar al máximo esta etapa. Sin embargo, promete que pronto lo hará. Mientras tanto, trata de que comparta la infancia con los hijos de sus dos hermanos, que viven en Córdoba, a los que intenta visitar cada vez que puede, y con Camila y Felipe, los hijos de Lorena Scioli, de 5 y poco más de un año respectivamente.
Los desencuentros entre la modelo y el político ya son historia y por eso ya conviven.
El ex gobernador, que sabe hacerse el nudo de la corbata con una mano en tiempo récord, también aprendió a cambiar pañales con facilidad, a pesar de que Francesca es bastante movediza. Por las noches, la pequeña suele jugar en su cama hasta dormirse pero después la cambian a su cuarto, ya que Scioli se despierta habitualmente entre las cinco y las seis de la mañana para leer los diarios en papel y luego correr en la cinta. A esa hora, Francesca prefiere seguir durmiendo.
Desde los seis meses de vida, ella hace algo que los padres de cualquier edad –y en especial primerizos– agradecen: duerme de corrido por las noches. Esta, bromean en familia, es una de las razones que hacen que Gisela asegure que le gustaría tener otros tres hijos.
Aunque, como es de público y mediático saber, la pareja no tuvo un comienzo fácil y el embarazo generó cortocircuitos entre ambos, en la actualidad no solo comparten momentos familiares, sino el hecho de que Gisela también comenzó a participar de las actividades oficiales del ex gobernador.
La modelo compartió distintos eventos deportivos junto al diputado, que es presidente de la Comisión de Deportes, como la visita a las instalaciones de los Juegos Olímpicos de la Juventud en la Ciudad y, semanas atrás, se sumó a una recorrida por el distrito de Escobar.
Ambos prefieren mantener a Francesca lejos de las cámaras. Por eso, a los invitados al bautismo se les pidió discreción hasta en redes sociales. Gisela esquiva las recorridas por Capital con ella para evitar ser fotografiada y, en cambio, disfrutan de caminatas y el aire libre por La Ñata.
Semanas atrás, recién se pudo ver de lejos la primera imagen de la niña. Fue en una foto que subió Scioli con Carlos Tevez. "Reunión de goleadores", escribió en sus redes sociales. Pero el bautismo habilitó –tras convencer a Gisela– la presentación en sociedad de Francesca.