París es, en estos momentos y en las próximas semanas, el epicentro de la atención mediática. Los Juegos Olímpicos 2024 provocaron que la mayoría de los Jefes de Estado del mundo se hayan desplazado hasta la capital francesa, incluyendo un buen grupo de miembros de la realeza, quienes no quisieron perderse la cena ofrecida la noche de este jueves en un marco incomparable: el museo del Louvre.
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El presidente del COI, Thomas Bach, acompañado por su esposa Claudia, fue el encargado de recibir a sus invitados frente a la pirámide de cristal del museo, donde se ofreció un ágape al que también asistieron el presidente Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte Macron. Entre los asistentes se encontraban los Reyes Felipe IV y Letizia de España.
Uno de los primeros en llegar a la cena fue el rey Guillermo Alejandro de Holanda, quien asistió solo, sin la compañía de la reina Máxima. Ella participará este viernes en el encuentro con el matrimonio presidencial, seguido por la ceremonia de inauguración de los Juegos, a la que también se espera que acudan sus hijas mayores, Alexia y Ariane.
Guillermo Alejandro se encontró con Thomas Bach y su esposa, así como con Federico y Mary de Dinamarca, a quienes saludó efusivamente. Los reyes de Dinamarca ya habían cumplido con otro acto en París por la tarde, inaugurando la villa olímpica donde se hospedará el equipo danés.
También desfilaron por la alfombra roja del Louvre Alberto y Charlène de Mónaco. El príncipe es miembro del Comité Olímpico Internacional y su esposa compitió en los Juegos Olímpicos. Entre los demás invitados royals se encontraban Enrique y María Teresa de Luxemburgo.
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Todos los miembros de la realeza presentes en la cena, junto con Máxima de Holanda (quien estuvo ausente en la gala del Louvre), asistirán este viernes a la recepción ofrecida por los Macron en el Palacio del Elíseo. Posteriormente, en Trocadero, los royals presenciarán la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, que promete dejarnos imágenes inolvidables.