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Denuncias, drogas y prostitución vip: la vida de escándalos que llevó Jaitt

El año pasado acusó a famosos de prostituirse con menores. Señalada por supuestos vínculos con servicios, fue denunciada por extorsionar y no logró probar sus dichos en la Justicia.

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Mesa. Junto a Mirtha la noche que acusó a famosos por estar involucrados en una red de pedofilia. | cedoc

Verborrágica, histriónica, políticamente incorrecta y frontal; ya sea en una performance visualmente violenta en Tribunales o sentada en las mesas de Andy Kusnetszoff  o Mirtha Legrand; con o sin pruebas para acusar y extorsionar a figuras públicas, Natacha Jaitt encontró siempre en los medios un lugar para descargar ese ADN del escándalo con el que supo hacerse ver. Amada y odiada en las redes, siempre ligada al mundo de excesos, su muerte –aún en etapa preliminar de investigación– tuvo como era de esperar la atención de todos los medios.

Antes de este trágico final, 2018 fue sin duda, su regreso a los medios masivos cuando en la mesa de “la Chiqui”, cuando acusó a varios famosos y periodistas de pertenecer a una red de pedofilia, algo de lo que que después no pudo aportar pruebas en la Justicia.

Raid. Jaitt conoció la fama inmediata en la edición 2004 de Gran Hermano de España, donde se dio a conocer por sus confesiones sexuales  el ejercicio de la prostitución vip y su adicción al sexo. Supo mantener tiempo después una fuerte disputa mediática con el padre de su hijo Valentino, Adrián Yospe, quien la llevó a la Justicia para pedirle la tenencia del menor.   

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A fines de 2017 se filtraron imágenes en las que se veía a Diego Latorre ingresando a su departamento. Las declaraciones del jugador negando el hecho desataron la ira de Jaitt y el comienzo de lo que se llamó el “Puntitagate”. Así contó detalles íntimos donde hizo referencia a las preferencias que tenía Latorre a la hora del sexo. El matrimonio Latorre la llevó a la Justicia acusándola de extorsionadora. El departamento de Natacha fue allanado días después y ella salió en los medios desbordando nuevamente su ira. Todo se selló con un arreglo económico donde Latorre y Jaitt llegaron a un acuerdo para cerrar el asunto .  

Jaitt explotó de furia luego contra David Kavlin, quien   había asegurado que su hijo Valentino estaba viviendo con la familia de su papá ya fallecido. “Che Kavlin, ¿tan traumado quedaste porque no te garché a vos?, ¿o querías vos también la puntita? ¿Eh? ¿Querés que te recuerde que me jodés hace un año por DM gil?”.

Ese mismo año confesó su adicción a la cocaína. “Tengo una personalidad adictiva”, le decía a Andy Kusnetszoff. Fue en Podemos hablar, donde se refirió como nunca antes a la prostitución vip. “Hay que legalizarla para ir contra las mafias, la trata y los proxenetas”, dijo. Y agregaba: “Asumo lo que hago: soy locutora de radio, conductora y he ejercido la prostitución vip pero he elegido con quién y es una bendición. Para mí es divertido cobrar”. El show mediático siguió a comienzos de  2018 cuando fue a los tribunales de Lavalle con el rostro y las manos bañadas en sangre artificial, para quejarse por  una ex pareja a la que había denunciado por violencia de género.   

Pero sin dudas el momento donde Natacha alcanzó su pico máximo de polemicidad fue cuando en marzo del año pasado habló de abusos de menores en la mesa de Mirtha Legrand e involucró a varios famosos de la Argentina. Allí  intentó vincular varios nombres conocidos con la causa por la que se investigaban abusos en las inferiores del Club Independiente, utilizando solo nombres de pila y siglas.

A partir de esto se abrió una investigación por el supuesto abuso y corrupción de siete menores. Tras la denuncia pública, Jaitt se presentó en sede judicial y dejó el mismo testimonio que en la televisión. Fue el comienzo de un derrotero sin pruebas reales, que incluyó una catarata de tuits donde confesaba temer por su vida o donde deslizaba que la podían asesinar. “No me voy a suicidar, no me voy a pasar de merca y ahogar en una bañera, no me voy a pegar ningún tiro, así que si eso pasa, NO NO FUI. Guarden tuit”, escribía en abril del año pasado.

La opinión pública siguió la trama sin saber hasta qué punto Natacha decía la verdad. Se peleó con quien pudo en televisión, incluyendo a Mercedes Ninci, con quien tuvo varios cruces. “Lo lamento por su familia y su hija, no por ella”, expresó ayer la periodista. A principios de este año, Natacha volvió a los medios al denunciar que había sido violada por el director de cine Pablo Yotich y por un amigo de este oriundo de Necochea, Maximiliano Giusto.

El jueves pasado se volvió a subir a las escalinatas de Tribunales. Llorando, dijo estar ahí para enfrentarse con los hombres que denunció por violación y confesó estar tomando calmantes. “Estoy medicada por ataques de pánico. Elegí estar en la indagatoria, tomé medicación para poder soportar verles las caras y no desequilibrarme luego de ese episodio”, agregaba nerviosa. Aquellas, las escalinatas judiciales enfrentadas a las cámaras, fueron el último escenario público donde se la vio antes de aparecer muerta el sábado a la madrugada. Su deceso es motivo de una amplia investigación de la que hasta ahora sólo hay informes preliminares.