PROTAGONISTAS
a 15 meses de la votacion

El desafío de Donald: poner el ‘Trump’ en la Casa Blanca

Edificios, casinos, canchas de golf y, por supuesto, mujeres llevan su apellido. La arrogancia del empresario ahora lo anima a ser presidente. Galería de fotos

Hipotesis. Las elecciones en Estados Unidos son en noviembre de 2016, y ésta es la postal de la “familia presidencial” que ofrece Trump para ocupar la Casa Blanca.
|

Solamente en el último mes se lo acusó de misógino y racista. Se metió con los mexicanos, los latinos, los árabes... Ganándose al menos un poco de crédito por la osadía, también criticó a los intocables veteranos de la guerra de Vietnam. Donald Trump siente que puede ir por todo. De hecho, ésa siempre ha sido su estrategia a la hora de hacer negocios, su mayor virtud, y ahora que está dando sus primeros pasos fuertes en la política, sigue la línea de siempre.

El revuelo comenzó hace poco más de un mes, cuando Trump anunció que se presentaría como candidato a presidente de los Estados Unidos. Para comenzar con la campaña, el magnate usó el viejo recurso estadounidense de echarle la culpa al otro: “Están trayendo sus drogas, están trayendo sus delitos. Son violadores. Y algunos, asumo, son buenas personas”. El empresario se refirió específicamente a los mexicanos, entre otros inmigrantes latinos, culpando al país vecino de que las personas que estaba “enviando” a Estados Unidos “no son lo mejor”.

“Mandan gente con problemas, que traen sus problemas acá. Voy a construir un gran muro en la frontera sur. Y haré que México la pague”, disparó Trump, que a fuerza de escándalos se convirtió en el candidato más fuerte del Partido Republicano, aunque muchos consideren su candidatura como una más de sus excentricidades y que para las elecciones falta más de un año. La fuga del narcotraficante mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán de una cárcel de máxima seguridad (en su país) le vino como anillo al dedo para poder gritarle al mundo: “¡Se los dije!”.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Diferencia. Enriquecido en el sector inmobiliario, forjó en los años 80 un imperio orientado a la construcción de casinos, hoteles y viviendas de lujo a partir de una empresa constructora menor, de su padre. A pesar de haber perdido un poco de brillo –y dinero– en los 90 entre gastos excesivos y una separación millonaria e hipermediática de su ex mujer Ivana Trump, las distintas crisis económicas de su país apenas lo rozaron, al menos según él, y por esto ganó prestigio y popularidad como ídolo de los negocios en Estados Unidos, a pesar de que es un hombre poco simpático. Con el cambio de milenio hizo y deshizo desde su reality show The Apprentice (“El aprendiz”), en el que concursantes competían trabajando para Trump y éste desplegaba su carisma para los negocios y disfrutaba con malicia de despedir empleados.

Según él mismo, su actual fortuna asciende a US$ 9 mil millones y, según Forbes, a US$ 4 mil millones (ver recuadro).

Repudiado. Entre la prepotencia y la aparente estupidez, Trump hizo culto a la ofensa y se sirvió de la chicana para provocar a sus enemigos, o a quien se le ocurriese. Quizás por diversión y mucho más por arrogancia, en 2011 ofreció donar cinco millones de dólares si Barack Obama mostraba un certificado que probara que había nacido en Estados Unidos. Obama lo hizo. Hace dos años, afirmó que negros e hispanos eran los culpables de casi todos los crímenes violentos. Y luego de sus más recientes comentarios racistas, ofendió a una mujer en pleno debate político: ante las preguntas de la periodista Megyn Kelly, Trump insinuó burlón que seguramente estaría con la menstruación, que serían las hormonas. Lo que dijo fue que a Kelly le salía sangre del ojo, y seguramente de otros lados.

Pero la gente no se quedó callada, y así como hay quienes lo defienden –el racismo en Estados Unidos sigue presente–, muchos repudiaron su actitud. Aunque, hay que decirlo, ya está acostumbrado. Las cadenas de televisión Univisión y Televisa, las famosas tiendas Macy’s y el empresario Carlos Slim usaron con ironía el latiguillo que tenía Trump en el reality show: “Estás despedido” (You’re fired). También en un comunicado NBC Universal explicóque debido a los comentarios despectivos “termina su relación comercial con el señor Trump”.

Y se sumaron famosos como Shakira: “Este discurso racista y odioso intenta dividir a un país que durante años se ha encaminado en la defensa de la diversidad y la democracia”. Ricky Martin cortó lazos con el empresario: una portavoz del artista y su fundación, Helga García, comunicó que el torneo de golf benéfico que se celebraría en el Trump International Golf Club se trasladó a otro lugar como muestra de “solidaridad con los derechos humanos básicos y en apoyo de la comunidad latinoamericana”.


Su fortuna según ‘Forbes’
Tuvo tapas por su éxito en los 90 y luego por sus fracasos. Se le reconoce igualmente que es un hombre hábil para hacer dinero, pero exagera. Esto es lo que dice la famosa revista de negocios Forbes sobre Donald Trump.

Al comenzar con la campaña política, el billonario afirmó que vale US$ 9 mil millones. Pero, según Forbes, el número mágico es menos de la mitad: US$ 4 mil millones. ¿Dónde está la discordancia? Forbes plantea desde su página web que el error de cálculo lo tiene Trump, que cotiza su marca en US$ 3 mil millones. Pero la publicación sostiene que hoy en día vale US$ 125 millones, y su cadena hotelera otros US$ 128 millones.

Otra diferencia importante tiene que ver con los campos de golf: Trump asegura que esos emprendimientos pueden llegar a costar incluso US$ 800 millones, pero expertos en valoración independientes sostienen que rondan los US$ 200 millones.