La noticia del suicidio del millonario estadounidense Jeffrey Epstein sacudió a la elite de Manhattan. El financista de 66 años se encontraba en una prisión de Nueva York –ubicada a escasa distancia de la municipalidad de Manhattan–, a la espera de ser juzgado por presuntos abusos sexuales. Entre ellos se encontraba el delito de reclutar menores de edad para prostituirlas y luego pagarles para que no fueran a la Justicia.
Si bien la oficina de medicina forense de la institución confirmó la muerte, no dieron detalles sobre cómo sucedió aunque el FBI abrió una investigación para averiguarlo.
“Me horroriza enterarme de que Jeffrey Epstein fue hallado muerto esta mañana (sábado) en un aparente suicidio. Su muerte abre serias preguntas que deben recibir respuesta. Junto a la investigación del FBI, di instrucciones al inspector general para que abra su propia investigación sobre el suceso”, escribió en un comunicado el fiscal general de EE.UU., William Barr. Por su parte, la congresista demócrata de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez utilizó su cuenta de Twitter para indicar que van a necesitar muchas respuestas sobre lo sucedido.
Según señalaron las autoridades de la prisión, no fue el primer intento de suicidio que cometió el millonario ya que el 23 de julio fue encontrado en su celda semiinconsciente y con marcas en el cuello. Sin embargo, como recibió ayuda psiquiátrica hasta el 29 de julio y el 31 de ese mes declaró ante el juez de la causa sin mostrar deterioro de su salud los directivos de la institución decidieron reingresarlo a su unidad especial que no contaba con vigilancia preventiva de suicidio.
A esto se suma que los abogados de Epstein ya habían alertado que esta situación podía suceder. Según señalaron en las últimas semanas, su cliente estaba recibiendo amenazas y temía por su seguridad. “Está viviendo en un ambiente hostil”, informaron a las autoridades y la prensa. De todas formas ese no fue motivo suficiente para que le otorgaran la libertad bajo fianza. Además el juez señaló que Epstein era un peligro para la comunidad y contaba con los medios necesarios para fugarse, por lo que debía permanecer recluido.
Solo. Epstein solía ostentar los amigos que tenía. “Tengo una colección de fotos con las personas más famosas del mundo”, decía con frecuencia en las reuniones a las que asistía. En su mansión de Nueva York, la que fue allanada tras la detención, había fotos de él con Trump, Bill Clinton, el príncipe Andrew de Gran Bretaña, Woody Allen, el príncipe saudí Mohammed bin Salman y Sergey Brin, cofundador de Google, por ejemplo.
Sin embargo, cuando la denuncia por abuso a menores se dio a conocer muchos de ellos decidieron “soltarle la mano” y afirmar que solo eran conocidos. Fue el caso del presidente de Estados Unidos, quien aseguró que ya no hablaban. “Tuve una pelea con él hace un tiempo. No soy precisamente su fan”, declaró Trump cuando Epstein quedó detenido. Además, debido al escándalo, Alex Costa, secretario de Trabajo de Trump, tuvo que renunciar ya que se reveló que cuando era fiscal de Florida ayudó a Epstein a alcanzar un acuerdo secreto para reducir una sentencia que recibió por prostitución de mujeres. Costa anunció su decisión en los jardines de la Casa Blanca tras recibir críticas de varios senadores demócratas.
Según dio a conocer el medio Miami Herald más tarde, el acuerdo se hizo en 2008 y le dio la posibilidad al financista de cumplir una condena de 13 meses de prisión haciendo trabajos comunitarios en su oficina. “Si uno rememora cosas que sucedieron hace 12 o 15 años, seguro que habrá decisiones que ojalá se hubieran tomado de otra manera, pero vamos a estudiar la situación muy de cerca”, declaró Trump sobre Costa, aunque no volvió a referirse al tema desde entonces.
Enojo. Quienes también se expresaron sobre la muerte de Epstein fueron sus víctimas. Lisa Bloom, abogada de varias de ellas, aseguró que nadie quería su suicidio. “Ni siquiera a un depredador reincidente que ha engañado y herido a tantas mujeres se le desea esto”, indicó y cerró su declaración afirmando que ella hubiera querido que enfrentara a la Justicia y los 45 años de prisión que pedían por sus delitos.
Por otro lado también habló Jennifer Araoz, quien acusó a Epstein de violarla cuando tenía 15 años. “Estoy enojada porque no tendrá que enfrentarse a las sobrevivientes de sus abusos en la Corte”, explicó a la prensa. “Tenemos que vivir con las cicatrices de sus acciones por el resto de nuestras vidas mientras que él nunca enfrentará las consecuencias de los crímenes que cometió. Epstein se fue, pero aún se debe hacer justicia. Espero que las autoridades persigan y procesen a sus cómplices y facilitadores”, finalizó la joven.