Hace 54 años creó al mítico personaje de Mafalda, una pequeña contestataria y luchadora social, quien pese al paso de los años sigue tan vigente como en 1963. Por eso, Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido como Quino, recibió el Premio Perfil a la Inteligencia en la categoría Humanidades. La entrega se hizo el martes por la tarde en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y el historietista se mostró agradecido y feliz por el reconocimiento.
“Me pone muy contento que lo que escribí hace décadas siga aplicándose en el actualidad”, señaló quien recibió su estatuilla de manos de María Kodama. No obstante, no se animó a hablar de la grieta política y consultado sobre lo que pensaría su personaje más famoso del tema, dijo “No lo puedo contestar porque yo tampoco lo sé...”.
Las historias que Quino escribió de Mafalda, con sus mensajes atemporales e irónicos en pro de un mundo mejor, se desarrollaron entre 1964 y 1973. Y aún así, hoy siguen dando de qué hablar, y ese es el valor más fuerte que tienen. Combativa y luchadora la pequeña Mafalda levantó la voz por la democracia, los derechos de los niños, la paz y también Los Beatles. Y se mostró siempre efusiva detractora de las armas, la guerra, y la sopa. En los contenidos de Mafalda se destacan por ejemplo, la preocupación por la política mundial o la obsesión de Manolito con el dinero. Siempre desde una mirada ácida y humoristica. Desde la cual el autor ahondó con frecuencia en la miseria y el absurdo de la condición humana, sin límites de clase, haciendo que éste se enfrente a la burocracia, los errores de la autoridad, las instituciones inútiles o la propia estrechez de miradas. Nunca dudó tampoco en utilizar sus historietas para enviar mensajes de contenido social a sus lectores. Otro de sus típicos recursos fue la reducción al absurdo de situaciones conocidas. Aunque siempre buscando la sonrisa como medio de enfrentarse a la cruda realidad. Incluso, en sus caricaturas de jefes opresivos y burócratas sin sentimientos se vislumbra cierta simpatía, por ser a su vez víctimas de su propia estupidez.
De todos modos, este enfoque pesimista de la realidad que Quino le otorgó a Mafalda no impidió que sus historias estén llenas de ternura. Las últimas lenguas en las que se publicaron sus historias fueron el braille y el guaraní. A pesar de que después de 1973 Quino retomó el personaje de Mafalda en alguna ocasión, dejo que descanse para siempre su creación, al menos en lo que respecta a nuevas historias. Aunque a la vista está, Mafalda resulta inmotal. En su larga trayectoria, Quino recibió varios honores como el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y la Medalla de la Orden y las Letras de Francia.
Es considerado uno de los mayores íconos de Argentina dentro y fuera de sus fronteras. Y pese que desde hace unos años, Quino limita sus apariciones públicas debido a algunas problemas de movilidad y de visión, quiso estra presente en esta entrega de Premios.