Por cuestiones lógicas de la pandemia y seguramente también por estilo, Gimena Macri tuvo una ceremonia civil “normal”. Es decir, ella y Pablo Siquier se casaron el pasado el viernes 23 de octubre en el CGP 15, de esquina porteñoa de Córdoba y Bonpland. La logística sanitaria ayudó a que la ceremonia se desarrolle con tranquilidad. Además, ese CGP tiene la ventaja que el espacio para casamientos civiles están lejos de las áreas del resto de los trámites.
Gimena Macri es pintora y "cayó en la universidad pública" donde estudio arte.
Allí, algunos familiares y amigos se reunieron para acompañar a la pareja. El fin de semana siguiente, Mauricio Macri fue el anfitrión de la reunión algo más ampliada que les organizó como “el padre de la novia” en la famosa quinta "Los Abrojos". Ambos hechos cerraron lo que fue una semana agitadísima para el ex presidente por las repercusiones del libro de en el que habla su hermano Mariano Macri, "Hermano", del periodista Santiago O'Donnell.
Intimidad y discreción definieron ese casamiento. Y se manejó así por motivos varios, el más importante, el bajo perfil que Gimena Macri y Pablo Siquier cultivan en sus vidas privadas. Cuando se mueven en el mundo del arte la cuestión cambia apenas un poco. Siquier es un artista cotizado y Gimena construye su camino desde la adolescencia. Como ella declaró en el sitio Bola de nieve: “No pintaba ni dibujaba mucho cuando era chica, mi primer acercamiento a la pintura fue recién cuando tenía 15 años, en el taller de Romina Salem Taborda, en su taller me convencí de que quería ser artista y decidí estudiar Bellas Artes”, dijo la hija de Mauricio e Yvonne Bordeu. Del colegio secundaria directo al ex IUNA (hoy UNA, Universidad Nacional de las Artes). Sí, paradoja del destino y parafraseando a su padre, Gimena Macri “cayó en la universidad pública”. A eso, sumó talleres con distintos artistas como Carolina Antoniadis, e integró muestras colectivas y algunas individuales. Incluso sus obras estuvieron en varias ediciones de arteBA.
En el caso de Pablo Siquier, que el lunes 26 de octubre cumplió 59 años, sus obras forman parte de colecciones argentinas e internacionales, también decoran estaciones de subte como la que está en uno de los sectores de confluencia que hay bajo el Obelisco; una de las fachadas de El Porteño- el edificio de Alan Faena en Puerto Madero-, la “famosa Manzana 66” -la plaza que se hizo en Avenida Jujuy, Avenida Belgrano, Moreno y Catamarca- tiene diseño suyo, y durante la presidencia de su yerno -Mauricio Macri-, un cuadro suyo decoró la quinta de Olivos porque Siquier es uno de los pintores preferidos de Juliana Awada.
En Punta del Este, Gianfranco Macri, se recupera de una operación donde le colocaron tres stents.
Siquier tiene un hijo de su primer matrimonio; y estuvo en pareja hace más de cuatro años con Gimena, de 34 antes de la boda Para dar idea del mencionado bajo perfil de ambos, las veces que participaron como invitados en las comidas anuales de la Fundación de Amigos de Bellas Artes, siempre se movieron con discreción y evitaron las fotos, aún cuando ocupaban la mesa de la art dealer de Siquier, Orly Benzacar.
