El proyecto nació tímidamente hace dos años, llenos de expectativas, y con todos los ok necesarios se comenzó el arduo trabajo que significaría hacerlo realidad. Esta semana, a poco de comenzar el rodaje, la polémica se instaló y el fuego se reavivó. “Me bajaron por cuestiones ideológicas. Dijeron que les dividía la pantalla”, sentenció Pablo Echarri con los tapones de punta. Se refería a su papel en la ansiada miniserie que Telefe pondrá al aire en octubre en homenaje al ídolo Sandro. Entonces, fueron muchas las voces que se escucharon a favor y en contra.
“Tuve un par de reuniones con el director, una con el productor, hice una prueba de maquillaje y vestuario, fotos, y cuando me fui de vacaciones mi representante me llamó para decirme que me habían elegido para el papel. Al volver, me contó que se había sentado con un enviado de Tomás Yankelevich (director de Contenidos de Telefe) que le dijo que no iba a estar en el proyecto porque le dividía la pantalla”, contó el actor. Yankelevich no tardó en desmentirlo: “Las decisiones, tanto de la productora como nuestras, fueron 100% artísticas”. Y sobre el supuesto motivo ideológico por la afinidad de Echarri al kirchnerismo, sostuvo: “No sé de dónde sacaron esa barbaridad. La figura de Pablo es tan fuerte que uno iba a ver a Pablo en vez de a Sandro”, explicó. El director de la miniserie, Adrián Caetano, en cambio, siguió la línea del actor y sostuvo: “Algo pasó en el medio por lo cual lo bajaron, y me pareció una chotada”. En tanto, el productor general, Juan Parodi, le bajó el tono a la polémica: “Sandro es una miniserie compleja, donde se recrea desde el colegio hasta el fallecimiento del cantante. No se puede hacer con un solo actor porque Sandro fue una persona que tuvo una transformación física muy grande”. Para Graciela Guiñazú, autora del libro Sandro íntimo, en el cual está basada la miniserie, Echarri era un buen candidato: “Con Olga (Garaventa) sabíamos que no queríamos un imitador, porque Sandro era cantante y actor. No queríamos caricaturizarlo. Y eso es lo que se buscó y se hizo mucho casting. Pablo es muy buen actor y tiene mucho barrio encima, entonces efectivamente podría haber encarnado a Sandro. Pero la realidad es que nos sorprendimos con lo que se dijo porque si bien sabíamos que era uno de los nombres, nunca que era seguro”.
Lejos de ese ruido, y casi ajena a todo, Olga Garaventa palpita emocionada lo que será el homenaje a su marido y asegura que no tiene participación en la elección de los actores ni en el guión. Acaba de llegar a su casa de Banfield, viene de pasar unos días en lo de su hija Manuela, y de acompañar a sus nietas en lo que fue la previa del inicio de clases. Son su adoración, y les dedica todo el verano. Poco sabe de lo que se habló estos días acerca de la miniserie. “No tengo injerencia en el guión ni en la elección de los actores, y como todos tengo una gran expectativa por ver la miniserie”, relata a PERFIl para revelar el motivo por el cual aceptó ceder los derechos de imagen. “Hace casi dos años Parodi me contó su proyecto sobre la miniserie Sandro de América. Primero dudé y después lo conversé con mi familia. Dudé porque si bien entendí que es un gran homenaje al ídolo, también es hacer una ficción que está basada en la vida de Roberto Sánchez. No solamente de Sandro y, aunque esté sustentada en hechos reales, no deja de ser una ficción”, relata. No obstante, tras una charla familiar con sus hijos Manuela y Pablo, tomó la decisión final. “Acepté ceder los derechos de imagen porque Parodi me garantizó que se iba a contar la historia de Roberto y de Sandro en base a la verdad, que iba a cuidar la imagen de mi esposo al cien por ciento, que se iba a respetar su imagen y que, si bien es una ficción, no iba a mentir, más allá de algunas licencias”, explica. Entonces, Olga deja de lado las cuestiones estrictamente contractuales y les deja paso a los sentimientos. “Me emociona pensar que mi esposo va a tener un homenaje que va a transmitirse a toda América, porque él sigue siendo el ídolo de América”.