Hay una frase suya; dos en una en realidad: “Como te ven, te tratan” y “Si te ven mal, te maltratan”. Está claro que Mirtha Legrand tiene espaldas suficientes para sentarse delante de cámaras con la frente en alto y disimular en aquellos momentos en los que el pulso pueda temblarle. Después de todo estar cincuenta años al frente de su ciclo televisivo ha pasado por todo. Por algo la larga estadía ya la posiciona dentro de los Records Guinness: ningún show se sostuvo tanto tiempo al aire con un único conductor. Dicho de otra forma, su programa es el más longevo de la televisión mundial.
Sin embargo, desde que comenzó este año, las cosas no han ido bien para “La Chiqui”. Al escándalo de Natacha Jaitt, un episodio que la golpeó fuerte, se le sumó que este año no la han preseleccionado en la terna de Mejor Conductora en los Martín Fierro. Como si fuera poco sí se medirá indirectamente con Andy Kusnetzoff –en la terna Interés General–, conductor de Podemos Hablar (PH), el programa que le compite y viene ganando en rating los últimos sábados.
Discreta euforia. “Mirtha es un tanque, pero le pasaron una sumatoria de hechos desafortunados”, dicen a PERFIL desde la vereda de enfrente, en la producción de PH. Allí están contentos con los números, aunque son cautos. “Festejamos, pero bajito”, esgrimen. “Tratamos de ser humildes. Los niveles de audiencia se construyen día a día y para eso no tenés que bajar los brazos”, explica un productor del ex notero de CQC.
La realidad en la TV son los números. Los datos duros indican que ya desde el año pasado, en los últimos cuatro programas, La noche de Mirtha perdió frente a PH. Este año, desde que ambos programas compiten (desde fin de febrero), Legrand comenzó ganando pero PH fue arrimándose hasta que comenzó a ganarle.
La semana que Telefe adelantó que Silvia Süller estaría sentada en la mesa de Andy, los productores de Mirtha se pusieron a buscar contrarreloj algo que sea explosivo. Quería salir de “la cancha” victoriosos y por eso la llevaron a Natacha Jaitt, una invitada rechazada por Mirtha hasta incluso unas horas de salir al aire. “Con Ruben Vivero, esto no pasaba. Iban a un corte, levantaban el programa, cualquier cosa menos dejar que esta mujer diga todo lo que dijo”, analizan desde Telefe. Vivero fue productor de Mirtha y este año quedó afuera por decisión de Nacho Viale.
Las acusaciones de Jaitt el 31 de marzo no rindieron ni siquiera para el rating y hubo un empate técnico según Kantar Ibope Media (8,07 hizo La noche de Mirtha y 8,33 PH) pero sí generaron un escándalo. El sábadol siguiente, con su descargo, fue la última vez que ganó Legrand: hizo 10,82 frente a los 8,98 de Andy. Desde ese momento y hasta el día de la fecha, Legrand perdió los últimos cinco programas (ver recuadro), incluyendo su cena a solas con Jorge Lanata, donde quedó casi tres puntos abajo.
Ay, el Martín Fierro. “Ahora no le digo más que mendiga, señora, le digo cartonera de Martín Fierro”. Así se refirió Moria Casan a Mirtha, después de que la conductora se quejara públicamente por no estar ternada como mejor conductora. "Jubilate, Mirtha, ya está, ya pasó, listo, se terminó, ¿Cuántos Martín Fierro te dieron?”, redobló la apuesta Esteban Mirol, mencionando la palabra que, dicen en el entorno de Mirtha, la hizo enojar.
“A ella no le molestó no estar porque ya lo sabía, le molestó que digan que la habían jubilado del Martín Fierro”, dice a PERFIL un amigo de Legrand que trabaja hace varios años con ella. Fue el segundo golpe, aunque cerca suyo digan que nada la modificó. “Ella está bien, lo que la pone mal, es la situación del país y este gobierno que la defraudó”, explican. Mirtha misma hizo pública su opinión en uno de sus últimos programas. “Estoy decepcionada, sí. A mí me tomó de sorpresa. A mí como a millones de argentinos. Hice mucho para que este gobierno ganara y es como que me hubieran defraudado. Yo me siento defraudada, digo la verdad”, dijo, afectando un poco la relación con Cambiemos. Nacho Viale, por lo bajo, suele quejarse por esto ya que no convence de sentar a la mesa de su abuela a ningún funcionario.
La sinceridad de Mirtha, analizan los especialistas, terminó siendo un arma de doble filo: además de la dificultad a la hora de tener invitados de Cambiemos, la gente que la sigue puede dejar de hacerlo, si la mesa comienza a poblarse de figuras que simpaticen o sean de la oposición.
¿Será éste su último año? “No estoy segura de que quiera seguir”, dijo a PERFIL otra persona de su staff. “Ella es fuerte pero se nota que esto la afecta. Siente que hay un ensañamiento contra ella”. Si fuera por ella, sigue en 2019. “Es un año electoral. La necesitan los políticos”, dice su amigo de años. Sus dos nietos, ya se lo hicieron saber varias veces que éste, el año del récord, es el momento justo para despedirse de la televisión.
Especial cincuenta años
El 3 de junio de 1968 comenzaba un programa que cambiaría la historia de la televisión argentina: Almorzando con las estrellas, con una idea revolucionaria, la de comer en pantalla y que la anfitriona sea una estrella de cine como Mirtha Legrand. Al tiempo el programa pasó a llamarse Almorzando con Mirtha Legrand, nombre con el sigue hasta este año, cuando se cumplen cincuenta años de su estreno.
Para celebrar la producción está preparando un material fílmico con actuaciones y con material de archivo, algunos fragmentos inéditos, en los cuales se contarán varios momentos emblemáticos. Además, para interpretar a las “distintas Mirthas” fueron convocadas Tini Stoessel, Juana Viale y Marcela Tinayre. Las tres mujeres interpretarán a la diva en tres momentos distintos de su carrera. Todo será dirigido por el director Luis Barros.