Jornada intensa la primera del G20. Juliana Awada, quien ofició de anfitriona en un almuerzo de Villa Ocampo donde asistieron las parejas de los mandatarios, terminó el viernes acompañando a su marido en medio de la emoción, en la gala que se llevó a cabo en el Teatro Colón. Ayer, la primera dama se reencontró con estas 12 mujeres, con un clima naturalmente más distendido que genera un segundo encuentro de este tipo. Awada eligió el Malba para presentar un proyecto de arte e infancia que se llevará a cabo el año que viene en escuelas y centros de infancia de todo el país –muchos de ellos con escasos recursos–, que ella fue recorriendo ahce un tiempo.
El encuentro comenzó con una recorrida por la colección permanente del museo, con Eduardo Costantini como guía. Luego Awada presentó esta iniciativa en el marco del Plan Nacional de Primera Infancia, que involucra a diez artistas que van a pintar el mobiliario de varios espacios de Primera Infancia en barrios carenciados. Fue así como invitaron a las primeras damas a “dejar su sello” en algunas sillitas que fueron realizadas y presentadas por las artistas Diana Aisenberg, Dolores Cáceres, Cynthia Cohen, Nicola Costantino, Mariano Ferrante, Graciela Hasper Silvana Lacarra, Marta Minujín, Andrés Paredes e Inés Raiteri. Este proyecto incluye varios talleres donde ellos dejarán “su arte” en murales y mobiliarios, como bancos, mesas, sillas, juegos y utensilios.
Arte. Los artistas llegaron al Malba todos juntos al mediodía. “Fue como un viaje de egresados. Muy divertido e intenso a la vez el ingreso, con la zona totalmente militarizada”, relató a PERFIL Andrés Paredes, quien presentó una silla con alas llamada De la Selva, que fue firmada por Melania Trump. “Me encantó poder hablar con ella, pero sobre todo con Shopie Gregoire Trudeau. Ella estuvo en la marcha del orgullo en su país y la felicité por eso. Me dijo que no había nada que felicitar, conversamos de la importancia de la diversidad en el mundo y le conté de Misiones, mi provincia”, subrayó Paredes.
Silvana Lacarra se emocionó cuando dejó estampada su firma Malgarzota Tusk (Unión Europea). “Ella me decía: ‘¿Dónde firmo?, no quiero arruinar tu trabajo’. Yo le decía, ‘¡dónde quieras!’. Hubo un clima de mucho respeto y afecto”, contó sorprendida Lacarra, dando cuenta del asombro general de los artistas ante un clima que abandonó el acartonamiento protocolar.
“Me interesó esta propuesta. Es conocida la eficacia de la actividad artística para lograr que ciertos espacios, dedicados a los chicos, sean más estimulantes y recreativos para ellos”, explicó por su parte Cynthia Cohen, otra de las convocadas por Awada.
Todos estos artistas vienen realizando trabajos relacionados con la infancia. Por eso Awada, con la ayuda de Gabriela Urtiaga (curadora general de artes visuales del CCK), eligió a cada uno luego de compartir con varios de ellos acciones en su agenda social. Sin ir mas lejos, hace quince días, Nicola Costantino estuvo con ella haciendo un taller en el Espacio de Primera Infancia María de la Esperanza, en Escobar. “Todas las primeras damas estaban conmovidas por la obrita que les regalamos cada uno de nosotros. Me pareció una idea brillante para hacer un regalo y que no quede en una idea más”, opinó Costantino, quien
firmó su silla a Kim Jung- Sook. “Esto junta una gran necesidad de cuidar a los más chicos en un país con tanta pobreza, con la ayuda de los artistas habiendo podido hacerlo con otra gente. Eso a mí me pone muy contenta”, agregó Costantino. Inés Raiteri, que entregó su silla a la primera dama de Singapur, Ho Ching, es, además de artista, profesora en Educación Inicial y licenciada en Educación. “Me parece que este tipo de iniciativas acompaña a las familias en la primera etapa de vida de niñas y niños, base y pilar de conductas futuras, ofreciéndoles la oportunidad de encontrar en los EPI un complemento a la educación intrafamiliar, donde los pequeños reciben la estimulación adecuada en todas las áreas del aprendizaje, un espacio que incluye a la comunidad pues abre un abanico de referencias que retroalimentan estímulos y emociones. Mi proyecto se direccionará a considerar el espacio como una categoría que excede los aspectos materiales y físicos, y empezar a pensarlo como determinante de estilos y posibilidades de acciones, relaciones y aprendizajes”, detalló Raiteri.
Proyectos. Cuando terminó el evento, y las primeras damas se retiraron, Awada se quedó a solas con los artistas y les pidió que lleven adelante con mucha responsabilidad cada una de las intervenciones que realizarán. “En mi caso voy a hacer un postre que los chicos puedan colorear y luego comer. Son postres helados que se bañan con pinturas a base de glucosa, chocolate, leche condensada y colorantes. La idea es generar un recuerdo en todos los sentidos”, contó Costantino. Diana Aisenberg detalló que llevará adelante varios encuentros donde invitará a enhebrar a los chicos. Graciela Hasper adelantó: “Vamos a trabajar con niños y distintas instalaciones mobiliarias. La idea es que los chicos de jardín de infantes jueguen e interactúen”.
Marta Minujín, quien le entregó su silla a Juliana Awada, contó que su actividad comienza con la silla que le entregó a la primera dama argentina. “Se va a mandar a una escuela, y todos los chicos van a tener que inspirarse en ella para reproducirla. Mariano Ferrante, otro de los elegidos de Awada por haber participado en otros proyectos realizados en Fundación Proa y comedores de La Boca, entregó su silla a Akie Abe, primera dama de Japón. “Mi idea es desarrollar un mural donde puedan interactuar con chicos, padres y docentes. Todos van a poder trabajar como si fueran realizadores”, contó Ferrante a PERFIL. Y agregó: “Que sea en el marco del G20 es un hecho externo. Yo lo veo como una oportunidad. La idea es pintar. Siempre pasan políticos, pasan gobiernos y situaciones, y queda el arte”.
Paredes llevará su arte visual que suele retratar la naturaleza de Misiones a un mural. “La idea es que cada chico pueda inventar su propio insecto, podrán ser todo tipo de insectos, mutantes incluso”, dijo. “Queremos desarrollar la creatividad de los niños como así su motricidad fina. En este sentido, el arte es un gran motor para desarrollar este tipo de fines”.