Esta semana, Amalia, la hija mayor de Guillermo y Máxima, ocupó una centralidad mediática por dos noticias personales. La que será futura reina de Holanda terminó el colegio secundario y se graduó las mejores calificaciones. “Me acaban de dar la noticia de que pasé”, escribió Amalia. “Me gustaría felicitar a todos los demás alumnos y desearles mucho éxito a quienes deben enfrentarse a la segunda convocatoria (de exámenes)”. Según la tradición, al terminar esta etapa los miembros de la familia real pueden seguir con sus estudios o tomarse un año sabático. Ella aún no decidió qué hará, sí dijo que le gustaría viajar en la medida de lo posible. Hasta los 12 años, en los Países Bajos los niños reciben la misma educación. En el último año, se les toma un examen no vinculante pero que sí es bastante influyente dado que “recomienda” a qué sistema (hay tres en orden de dificultad) deberían ir los adolescentes. Amalia estuvo en el sistema VWO, que dura seis años y es uno de los más rigurosos. De hecho, ese diploma es necesario para luego poder cursar en las universidades orientadas a la investigación.
Además de este fin de ciclo de estudios, Amalia firmó una carta en la que anunció que rechaza los 1,3 millones de euros que pasaría a cobrar a partir de diciembre de 2021, cuando cumpla 18 años. Ese dinero que aportan los contribuyentes se le asigna a quien, como ella, tendrá en algún momento, deberes como integrante de la Corona. Más allá de que es la primera en la línea de sucesión al trono. También aseguró que devolverá los 300 mil euros que le asignaron hasta completar la universidad. Esta es la primera vez que un miembro de la familia real devuelve el dinero –libre de impuestos– al que tiene derecho por ley.
