Era de esperar que al éxito de la serie El amor después del amor, la biopic de Fito Páez, le seguiría un aumento del número de oyentes en las plataformas digitales. Es que la serie recorre la obra del rosarino, y las canciones son, a su manera, núcleos narrativos en los que la audiencia pudo redescubrir algunas canciones que ya de por si formaban parte del acervo cultural del rock argentino. Pero más allá de que se trata de un fenómeno previsible, el impacto en Spotify fue contundente. El artista pasó de 809 streams mensuales a dos millones, desde el estreno de la serie el pasado 26 de abril.
Por ejemplo 11 y 6, la cuarta canción del mítico disco Giros, ascendió al puesto 61 del ranking de las canciones más escuchadas de Argentina. Por su lado El amor después del amor, canción emblemática del disco homónimo y que es también el título de la biopic, se encuentra actualmente en el puesto 75. Otros hits de Páez también ascendieron, como por ejemplo, A rodar mi vida, que está en el puesto 127, y Mariposa Tecknicolor que trepó al puesto 132. Y así con varias canciones que conforman la obra y por extensión la historia de un músico que desde hace un par de años interpretó que en la revisión de su propio recorrido musical había una gira, varias historias e importantes espectáculos que ya constituyen una página en la historia del rock nacional.
ADN nacional. En cuanto a la serie propiamente dicha, la reivindicación de recorrido de Páez, desde Rosario a Buenos Aires y en el camino, a toda la Argentina, también supone una reivindicación o una puesta en relieve de varios artistas que le dieron a la década del 80 una vivacidad y un temperamento que sigue resonando en las generaciones posteriores que incorporaron la nostalgia de ese matiz audaz de ese tiempo como algo propio.
Desde ya que la sensación y la conexión desde ese lugar no es homogénea en el público, pero es un poco lo que se trasluce en las reseñas positivas que viene acumulando la serie. Así también el retrato de un irreverente Charly García, encarnado por Andy Chango –en su inesperado debut como actor–, grabando Clics Modernos y confiándole a Fito Páez los teclados con una mezcla de respeto y hostilidad. O también el retrato de Fabiana Cantilo, interpretada por Micaela Riera, que logra una suerte de mímesis con la artista. Y por supuesto las apariciones de Juan Carlos Baglietto –encarnado por su propio hijo Joaquín–; o la interpretación de Luis Alberto Spinetta que hace Julián Kar permitieron un acercamiento a esa etapa, logrando una historia de “un momentoimportante en la historia del rock argentino”.
