Diego Armando Maradona (60) falleció de una insuficiencia cardíaca que le generó un edema agudo de pulmón, pero la causa judicial que investiga su muerte sigue abierta porque los fiscales sospechan que pudo haber negligencia en el tratamiento médico.
El 3 de noviembre pasado, el futbolista fue intervenido quirúrgicamente en la Clínica Olivos por un hematoma subdural que tenía en la cabeza. La operación duró una hora y veinte minutos. Su jefe de prensa manifestó que “fue un éxito”.
Maradona había estado internado ocho días. El 11 de noviembre abandonó el sanatorio con el alta médica que firmó su médico personal, Leopoldo Luque. “Diego está increíble, hay que seguir laburando. Hay un equipo muy grande de médicos, yo estoy al lado de él. Irá a un lugar acorde para su cuidado”, explicó el doctor a la prensa.
Apenas unos días antes Luque reconocía que Diego era un paciente difícil, aunque había sido tajante respecto a su tratamiento: “Esta vez no haremos lo que él quiera”.
Sin embargo, las declaraciones testimoniales de las personas que asistían al Diez destaparon otra realidad.
El peligroso “sí Diego”. Maradona estaba aislado en una suerte de caja de cristal que era su habitación, a la que muy pocos podían acceder. Los enfermeros, se sospecha, le pasaban la medicación a su entorno porque aparentemente Diego no quería que entraran.
Al parecer, el personal médico no tenía constancia de que el paciente tomara las pastillas indicadas. Y ese es un punto central para los investigadores. Desde el punto de vista médico, es un error gravísimo: el enfermero tiene que anotar a qué hora se le suministra la medicación o si el paciente se niega a recibirla.
El testimonio aportado por la enfermera del turno mañana refuerza la teoría que indica que todos actuaban según la voluntad de Diego. La mujer, por ejemplo, admitió que le hicieron escribir un informe falso para la empresa para la que trabaja.
En el reporte señala que a las 7.30 escucha a Maradona “deambular dentro de la habitación” y que a las 9.20 el paciente “se niega a tomarse controles de signos vitales”. Pero en realidad, según les dijo dos veces a los fiscales, la mujer no ingresó al dormitorio en toda la mañana.
El otro asistente médico recordó un episodio violento ocurrido una semana antes de la muerte de Maradona. Dijo que el ex astro de la selección argentina tuvo un altercado con Luque. “Lo insultó y hasta le dio un empujón”, aseveró.
La cocinera también mencionó ese incidente, aunque aclaró que a ella se lo contaron. La mujer dijo que Maradona le quiso “pegar para que se fuera” y señaló que “era habitual que Diego echara de la habitación o insultara a sus médicos y enfermeros”.
Maradona estaba atravesando un cuadro de abstinencia por su adicción al alcohol. Los últimos días casi no salía de su habitación. Tenía dos celulares y un televisor. Los aparatos de telefonía fueron secuestrados por la Justicia para preservarlos y que nadie borre información que podría ser de utilidad para los investigadores.
La soledad del final. Diego pasaba muchas horas solo, aunque en su casa había siempre al menos cinco personas: su sobrino, Johnny Herrera, su asistente personal y cuñado de su abogado, Maximiliano Pomargo, un hombre que estaba a cargo de la seguridad, un enfermero y una cocinera. Algunos refieren que el Diez no quería ver a nadie. Ni siquiera cenó en la noche previa a su muerte. Los sándwiches de miga que le habían dejado el martes a las 11 de la noche estaban intactos cuando los fiscales ingresaron a su dormitorio.
Una de las primeras medidas que tomaron los pesquisas es requerir su historia clínica y todas las constancias médicas de la atención que recibió en las últimas semanas. Lo que buscan demostrar es si efectivamente existió una concepción errónea del posoperatorio y si Maradona debió ser cuidado de otra manera.
Las pericias complementarias a la operación de autopsia, que podrían estar listas esta semana, serán claves para el futuro de la investigación. Entre otras medidas, la Justicia ordenó el análisis sobre un pool de vísceras para determinar rastros de drogas, alcohol y fármacos en el cuerpo del ex futbolista.
El abogado del astro argentino, Matías Morla, no solo puso en duda la actuación médica, sino que además pidió “que se investigue hasta el final de las consecuencias”. “Es inexplicable que durante 12 horas no haya tenido atención ni control por parte del personal de la salud abocado a esos fines. Voy a pedir se investigue hasta el final de las consecuencias”, acusó.
Maradona, de 60 años, falleció como consecuencia de una “insuficiencia cardíaca aguda, en un paciente con una miocardiopatía dilatada, insuficiencia cardíaca congestiva crónica que generó edema agudo de pulmón”.
Su cuerpo fue enterrado este jueves, en un cementerio privado de Bella Vista, luego de un velatorio público que terminó en medio de bochornosos incidentes en Casa Rosada.
Estudios toxicológicos, historia clínica y análisis de las comunicaciones
La causa que investiga la muerte de Maradona está caratulada como averiguación causales de muerte. Trabajan cuatro fiscales: John Broyad, que es el fiscal general del Departamento Judicial de San Isidro; sus dos adjuntos, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, y Laura Capra, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Benavídez.
Los funcionarios estuvieron en la casa donde murió Diego, tomaron declaraciones testimoniales y solicitaron una serie de medidas de prueba para saber si existen indicios acerca de una presunta negligencia médica.
De acuerdo a los voceros, está descartada una muerte violenta y el abandono de persona, pero todavía faltan los resultados de las pericias complementarias de la autopsia que, entre otras cosas, servirán para saber si el Diez recibía la medicación indicada. Por esa razón, requirieron su historia clínica y las constancias médicas del tratamiento que recibió en el último tiempo.
Los fiscales también solicitaron los registros de las comunicaciones y las grabaciones respecto de los llamados, que por estas horas son de interés para la investigación.
Cómo fueron las últimas horas del Diez
MARTES 24
- 23.30: Según su sobrino Johnny Herrera, Maradona estaba con vida a esa hora. La cocinera Monona coincide y agrega que a esa hora le dejó para cenar sándwiches de miga que quedaron intactos en la habitación.
MIÉRCOLES 25
- 6.30: El enfermero del turno noche, Ricardo, asegura que antes de retirarse y ser relevado por la enfermera de la mañana, entra a la habitación y ve que Maradona descansaba y “respiraba”.
- 7.30: La enfermera de la mañana, Gisela, declara haber escuchado que Maradona se movió dentro de la habitación, aunque aclara que no tuvo contacto directo en toda la mañana porque el ex futbolista no se dejaba hacer controles, y que lo dejó dormir.
- 11.30: La psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz llegan a la casa para tener su visita periódica con Maradona. Cuando ingresan a la habitación notan que no reaccionaba. Comienzan las maniobras de reanimación por parte de la enfermera, de la psiquiatra y de un médico cirujano que vive en el country.
- 12.00: El médico forense que realizó la autopsia fija en ese horario la data de muerte de Maradona a partir de los signos cadavéricos. De todos modos, se trata de una estimación con un margen de error, por lo que el deceso pudo haber ocurrido un rato antes.
- 12.16: El médico personal de Maradona, Leopoldo Luque, llama al servicio de emergencias 911 para pedir una ambulancia. Habla de “una persona fallecida” y de “60 años concretamente”, sin decir que era Maradona, ni que él era su médico personal. Aporta la dirección y el número de lote de la casa del country.
- 12.17: Maximiliano Pomargo, asistente personal de Maradona, hace el primer llamado a la línea de emergencias de la empresa de medicina prepaga Swiss Medical.
- 12.23: Pomargo vuelve a llamar a Swiss Medical y el operador le informa que la ambulancia está por llegar.
- 12.28: La primera ambulancia, de la empresa +Vida, llega al country San Andrés. Su ingreso queda registrado por las cámaras de seguridad.
- 13.00: Llega la policía al country San Andrés.
- 13.10: El médico de la ambulancia, tras hacer maniobras de RCP y no poder reanimarlo, constata la muerte de Maradona.