Ambos tienen a Turquía en su árbol familiar. Uğur Şahin es turco de nacimiento pero se crió en Alemania, Özlem Türeci es hija de un médico turco que emigró a Alemania. Ahora ellos son, además de matrimonio, la cara visible de una investigación que los tiene en la mira del mundo: la vacuna contra el coronavirus de BioNTech y Pfizer.
Türeci, de 63, es inmunóloga, y Sahin, 55, es médico, luego se hizo profesor, y finalmente, se especializó en inmunología. Ambos cofundaron en 2008 BioNTech, la empresa de biotecnología alemana que en alianza con Pfizer, anunció el domingo último que la vacuna experimental contra el covid-19 tuvo un reacción efectiva en 9 de cada 10 casos. Es decir, un 90 por ciento de efectividad.
Antes de BioNTech, en 2001, el matrimonio Türeci y Sahin habían creado Ganymed Pharmaceuticals cuya venta les cambió la vida -económicamente hablando- ,cuando quince años más tarde la vendieron por 1.180 millones de euros a Astellas, una multinacional farmacéutica japonesa. En ese entonces, la pareja había desarrollado medicamentos terapéuticos de “combate” a las células tumorales pero sin dañar los tejidos sanos, e investigaba la composición genética de tumores varios. A partir de esa venta, el matrimonio figura entre los cien más ricos de Alemania, según consignó West am Sonntag, una publicación de ese país.
Cómo surgió BioNTech de una alocada idea para el cáncer
Con la creación de BioNTech, Türeci y Sahin, buscaron ampliar la investigación inmunoterapéutica contra el cáncer, HIV y tuberculosis. Sus propuestas de investigación le valieron la atención de la Fundación Bill & Melinda Gates que, desde entonces, les donaron 47 millones de euros para esa tarea. Hasta llegar a este presente, este matrimonio de investigadores se cruzó por primera vez cuando ambos trabajaban en hospitales universitarios de Hamburgo y de Colonia. Un lenguaje común, es decir la investigación médica y luego la oncología, potenciaron la relación entre ellos. La historia que ellos relataron para graficar la pasión de ambos por lo que hacen es que incluso el día de su boda, se hicieron un tiempo para trabajar en el laboratorio.
Sahin y Türeci se conocieron trabajando en hospitales de Hamburgo y Colonia
Un inversionista de BioNTech, Matthias Kromayer, describió a Ugur Sahin como un tipo “por sobre todas las cosas humilde y cálido". Como Sahin es director ejecutivo de BioNTech, participa de las reuniones de negocios con inversionistas, y Kromayer cuenta que se presenta en jeans, mochila y el casco que usa por la bicicleta. Esa descripción coincide con la de Matthias Theobald, ex colega de Sahin en la Universidad de Mainz. Ambos trabajaron juntos dos décadas como profesores y dice que para Sahin “las apariencias significan poco para él, pero le gusta armar equipos para concretar sus ideas y objetivos y en eso sí es ambicioso.”
EI CP