Algunos lo llaman el ilusionista por lo que provocan sus instalaciones. Ahora, menos el Obelisco, Leandro Erlich se llevó casi toda su obra de gira por Brasil. El punto de partida es Belo Horizonte y como si fueran funciones de teatro, las entradas se agotan apenas se ponen a la venta.
A Tensão se llama la exposición itinerante que reúne unas veinte obras de Leandro Erlich en Centro Cultural Banco do Brasil, de Belo Horizonte. La expo juega en su título con la ambigüedad sonora: si bien significa “la tensión”, al oído suena como “atención”.
Las razones por las que hay que ver las obras de Leandro Erlich.
El curador de la muestra, Marcello Dantas explicó que “en realidad, el trabajo de Erlich incluye al espectador, de hecho articula la imagen y la presencia del visitante dentro de la obra. Crea una sensación de que cada instalación solamente existe cuando el espectador se conecta con ella.”
Hans Herzog, un experto en arte latinoamericano, comparó en su blog el trabajo de Leandro Erlich al de M.C. Escher. Las obras de dicho artista neerlandés, con sus trampantojos, provocan asombro y sorpresa y también son “un poco siniestras”.
Según dijo el curador Marcello Dantas, las de Erlich son obras que también exigen al “espectador un compromiso y una atención participativa a desvelar cada obra. (…) Y al mismo tiempo lleva consigo el misterio que provoca la tensión que existe en el espacio vacío antes de la participación.”
La habitación, Embotellamiento, Jardín perdido, Aula, La nube, son algunas de las instalaciones que Leandro Erlich llevó a Brasil. Y por supuesto La piscina, sin duda la obras más instagrameable e instagrameada cuando en septiembre de 2019, el artista argentino hizo Liminal, su retrospectiva en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).
“Esta muestra itinerante que comenzará en Belo Horizonte”, dijo Leandro Erlich, “ha demandado mucho esfuerzo, y reúne mis trabajos de los últimos treinta años . Mi misión como artista es producir una obra que va al encuentro del otro . Es un mensaje abierto, una carta que uno envía y de la que cada uno va a tener una interpretación, una emoción distinta. Creo que hay un acto creativo en la interpretación . Y esa es la riqueza del arte.”
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