Una vida de glamour, rodeado de famosos, eventos y desfiles, vistiendo a las mujeres más importantes de la Argentina. Carlos Di Doménico tenía todo lo que un diseñador podía soñar: trabajo, fama y reconocimiento. Sin embargo, el 16 de mayo de este año murió tras padecer una dura enfermedad. Ese último tramo de su vida estuvo marcada tambián por su relación con Juan Manuel Campillo, ex secretario de Hacienda de Santa Cruz.
Esta semana, Campillo fue noticia al ser detenido en la causa de los cuadernos de la corrupción. El viudo de Di Doménico declaró el viernes ante los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo y negó las acusaciones en su contra así como también desestimó ser “valijero K”. Este ex funcionario es investigado en Comodoro Py por lavado de activos y está imputado como miembro de una asociación ilícita. En medio de esta megacausa, el nombre de Di Doménico volvió a sonar, y con él, otro expediente donde se investiga su muerte así como también el manejo de los negocios de ambos.
“Mi papá era un hombre trabajador, luchador toda su vida. Empezó de la nada junto a nuestra madre y llegó a tener el nombre que tenía”, dice a PERFIL su hijo Stefano. Por lo delicado del tema, el joven accedió a responder por escrito algunas preguntas moderando sus palabras. Tanto él como su hermana, Carla, piden que se haga justicia.
“Queremos que se sepa qué pasó sobre la muerte de nuestro padre. No se merecía un final así”, expresó a PERFIL Stefano, quien a los pocos días de la muerte de su padre hizo una denuncia ante la Justicia para que se investigaran la causa de la muerte. De inmediato el juzgado en lo Criminal y Correccional N° 58, a cargo de María Rita Acosta, notificó al Cementerio de la Chacarita que no se cremara el cuerpo y que se procediera a su entrega para hacer los análisis solicitados. Los restos de Di Doménico habían si trasladados de Rosario (donde murió) a Buenos Aires, donde se encuentran al día de hoy. Los resultados finales que arrojarán más detalles de la muerte estarán listos a comienzos de 2019.
Afectos. “Soy Juan Manuel, sin apellido, como Sandro”, solía presentarse el ex ministro de Economía de Santa Cruz y ex titular de la Oncca cada vez que iba junto a Di Doménico a un evento. Así, sin dar detalles sobre su identidad, y un año y medio después de conocerse, Campillo esquivaba las preguntas de los periodistas. La historia de amor con el diseñador había comenzado en 2010, en la gala solidaria de Fundaleu. Se casaron en 2012, lejos de los flashes, y en el último tiempo se recluyeron juntos en Rosario.
Esta semana trascendió un audio donde Di Doménico le hace saber a un amigo que quería separarse de Campillo y que se sentía estafado por él. “Stefano (hijo del diseñador) te va a ver y le das las sandalias. Te voy a pedir un favor, es top secret, es secreto, no lo podés repetir, ni preguntar a Juan (Campillo). Tenés que buscar la libreta de matrimonio colorada, de Juan y mía. Está en el escritorio de él. Donde la encuentres o en los cajones de la mesa de luz, escondétela en tu cartera, así se la das a Stefano porque yo me tengo que divorciar en poco tiempo porque me ha estafado”, dice la primera parte del audio. Y continúa: “Me ha estafado plata. Estoy muy bien. Vos sabés claramente que nunca me enamoré de Juan, nunca. Me daba pena dejarlo, pero bueno… se portó mal… Alguien que te quiere ahorcar no está bueno tenerlo al lado.”
El 16 de mayo se conoció la noticia de la muerte de Di Doménico. Tenía 66 años y falleció –se sabe hasta el momento– a causa de una leucemia. Durante los ocho años que duró la pareja Campillo-Di Doménico se mostraban juntos en eventos. De a poco el diseñador se fue alejando de los flashes y de sus seres queridos, según cuentan allegados a la familia. Mucha gente no sabía que estaban casados e, incluso, desconocía que se habián ido a vivir en el último tiempo a Rosario, un hecho que alteró gran parte de la vida de Di Doménico.
Según contó a PERFIL alguien que sigue de cerca el expediente que inestiga su muerte, Campillo había empezado a influir por demás en su vida. “Estaba metido en sus negocios, le cambió sus médicos e incluso le atendía el teléfono”, cuentan.
La investigación. A comienzos de este año, la relación ente ambos los llevó al borde de la separación. “Llegaron a agarrarse a las trompadas”, cuentan. “Hay varias irregularidades que se están investigando, incluso firmas de sus hijos falsificadas por Campillo”, explican. Hoy el juez Ercolini y el fiscal Di Lello llevan el trámite de las denuncias que hicieron los ex empleados de Di Doménico por deudas con ellos. En Rosario, la fiscalía de homicidios culposos, a cargo de Mariana Prunotto, tramita la investigación de las causas de muerte. En la ciudad de Casilda, en el juzgado civil y comercial se está llevando adelante la sucesión y la investigación patrimonial. “Carlos no dejó grandes cosas. Hay un departamento suyo en el que hay un inquilino, alguien allegado a Campillo que no pagó nunca el alquiler”, contó una fuente judicial de Rosario.
Hay varios interrogantes que se hacen los investigadores: ¿pudo Campillo aprovecharse de los negocios de Di Doménico para lavar dinero? Si fue así, ¿Di Doménico lo sabía? Sobre su muerte, una fuente cuenta que el diseñador se había hecho la segunda quimioterapia en Fundaleu y estaba estabilizado de la leucemia. Una línea de investigación apunta a por qué motivo Campillo lo llevó a Arequito y lo internó en el Sanatorio Parque, donde esa misma noche tuvo convulsiones. Allí estuvo en un coma inducido hasta que falleció. Los médicos le hicieron todo tipo de estudios y no le encontraron nada.
Stefano dice que su padre era una gran persona, “muy querida, un apasionado en todo lo que hacía. Siempre será un ser de luz”. Y agrega: “Estamos como podemos; aún para nosotros es muy reciente, no nos esperábamos que esto pasara”. Para él, Campillo no fue una buena influencia. “Lo fue alejando de todos los que lo queríamos; no sólo de nosotros sino de todas sus amistades. Lo llevó a vivir a Santa Fe y lo alejó de su trabajo.” Sobre los últimos días junto a su padre, concluye: “Cuando llegamos al sanatorio ya estaba en coma inducido y estuvo así durante 15 días”.