Nancy Dupláa recurrió a una dieta española que atrae a varios famosos

Luego de estar sin pantalla por un año tras su éxito en Graduados, Nancy Dupláa reapareció esta semana en la fiesta de Telefe –emisora en la que hará La leona– con una figura renovada que fue destacada en redes sociales y por colegas del espectáculo que participaron de la gala. Para lograrla, la actriz siguió una dieta que es muy popular en España. Se trata del método Pronokal. “Bajé seis kilos; lo necesitaba porque no lograba volver a mi peso desde el nacimiento de Julián (su hijo menor), fue duro pero pude”, reveló la actriz.
Pero ella no fue la única: Marcela Tinayre, Marcela Tauro y Matías Ale también la hicieron. “Yo no bajé tanto de peso, sólo quería modelar mi figura y necesitaba ordenar y mejorar la calidad de mis comidas. ”, dijo Tauro a PERFIL.
El éxito, dicen los responsables de esta dieta en la Argentina, es que no se trata simplemente de un régimen; prefieren describirlo como un “método personalizado de pérdida de peso bajo control médico a través del soporte que integra un grupo de licenciados en nutrición, y un coach físico y psicológico. Buscamos que las personas cambien su química de base, mejoren sus perfiles de colesterol e hipertensión y mejoramos la salud desde lo cardiovascular”, explicó a PERFIL el director de Pronokal Argentina,
Gustavo Sojka.
Este método lleva 13 años en el mercado y la dieta propiamente dicha tiene como elemento base las proteínas. La misma está dividida en tres etapas: la primera es la activa y tiene como objetivo bajar el 80% del excedente de peso corporal. Para eso se reducen los hidratos y el paciente sólo puede comer los alimentos suministrados por el programa. “Son productos de una calidad biológica altísima, naturales e hidrosolubles”, explica Sojka. En promedio, los pacientes suelen bajar entre 6 y 13 kilos en un mes.
La etapa siguiente es la de reeducación. Se incluyen paulatinamente los hidratos, y se les enseña a mezclar los alimentos, en qué cantidad y cuáles ingerir.
La etapa final es la de mantenimiento y consiste en un seguimiento a dos años, para asegurar que el paciente sea capaz de mantener el peso
logrado. “No hacemos magia”, aclara Sojka.