En el mercado existen dos dietas de ese tipo, Pronokal e Ysonut. Ambas tienen similitudes: son bajas en hidratos, ricas en proteínas y dan sensación de saciedad. Y se agrega el hecho de que la porción medida hace que puedan formar parte de un programa para adelgazar. También suma la facilidad de su preparación.
Hay que saber que la salida del problema del sobrepeso no es sólo una dieta sino un cambio de relación con la comida; estos reemplazos, si se los combina apropiadamente con otros alimentos, pueden ser de ayuda en el marco de un programa de educación de largo plazo.
Estas dietas no son aptas para niños ni embarazadas; tampoco para personas con trastornos renales o con enfermedades serias, ya que, por otro lado, sería muy difícil que comenzaran con estos productos porque no podrían digerirlos. En cuanto a las etapas, es relativo: hay distintas maneras de bajar y diversos grados de sobrepeso, por lo que determinar matemáticamente un descenso no parece realista.
El sobrepeso y la obesidad son problemas que marcan una tendencia que ha venido para quedarse. Se los puede controlar, pero se necesita algo más que una dieta.