Ninguna separación pública es sencilla. La de Nancy Pazos y Diego Santilli parecía —hasta el momento— una excepción a la regla en medio de cierto silencio acordado entre ambos. Sin embargo, dicen, la calma siempre antecede a la tormenta o, en este caso, al verano. Tanto la periodista como el hombre del PRO decidieron blanquear sus nuevas relaciones cuando fueron retratados con sus presentes parejas. El político, junto a la modelo Analía Maiorana; ella, con Ignacio Iparraguirre, un broker de seguros ocho años menor.
Sin bien públicamente no han habido ataques, los dardos vuelan rasantes por lo bajo. Nancy Pazos trata de mantener la calma a pesar del momento que le toca vivir. “Estoy bien, porque todavía no vi lo que salió en las revistas”, le dice a sus amigos cada vez que se avecina la salida de una nueva publicación con fotos de Santilli y Maiorana. Este parece ser el kit de la cuestión: la nueva relación de Santilli explotó a través de los medios. Pazos está esperando que su ex vaya y le pida perdón en la cara. “A ella y a sus hijos, no tiene cara con lo que hizo”, repiten cerca de Nancy, quien está convencida que la forma en que se manejó Diego lo va a perjudicar políticamente.
Según pudo saber este diario, ella acepta que el amor se haya terminado pero no la forma en que todo se dió todo. “La modelito lo apuró con esa nota que dio a Gente, y él no supo qué hacer”, repite por lo bajo Nancy, quien al día siguiente de que saliera la publicación donde Maiorana confirmaba la relación se reunió con Diego y el psicólogo de pareja con el que venía tratando la crisis y dieron fin a la relación. “Hasta acá llegué”, dijo ella quien venía sospechando algo pero no sabía bien de qué se trataba lo que sucedía entre Santilli y Maiorana. Hasta en un momento ella llegó a creer que el rumor se podía tratar de una operación de otro pesado del PRO.
Fue un momento tenso. Días posteriores hubo una reunión donde ella fue sola a verse con su ex y su abogado. Diego le dijo: “Yo con vos no tengo ningún compromiso, no estamos casados”. Nancy rompió en llanto, a tal punto que el propio abogado de Santilli tuvo que llamarla para pedirle disculpaso. “No me estás cuidando con la forma en que te estás manejando. Ni a mí, ni a nuestros hijos”, le dijo ella. Diego se quedó en silencio. “Puede ser que no lo esté haciendo”, se sinceró según contó un testigo.
Lo cierto es que Nancy tiene hoy una única preocupación: sus hijos. Estando de vacaciones en Pinamar, tuvo que abandonar el balneario, incluso, dejó un programa de radio que estaba haciendo.
Lucha. Del otro lado de la vereda, el escenario parece totalmente distinto: Santilli asegura estar pendiente de que su ex esté bien; es lo que más le preocupa. Dicen que él no puede leer más el hecho que se hable mal de la madre de sus hijos. “Yo tengo que cuidar a la madre de mis hijos, creo en la institución ‘madre’. Lo que se terminó es el matrimonio, nada más”, dijo.
La cuota alimentaria es uno de los temas. Como suele suceder en estos casos parece ser otro volcán a punto de entrar en erupción. Por ahora todo está acordado de común acuerdo, ninguno de los dos pretende ir a la Justicia. “No quieren que su separación se mediatice”, dicen desde ambos lados. Santilli insiste en que cumplió siempre tanto con el colegio como con los alquileres de las propiedades que la pareja aún conserva. Varias versiones afirman que hubo muchas veces en las que el hombre del PRO no pudo ver a sus hijos porque su ex se lo prohibió, algo que Nancy descarta de plano.
Durante la estadía en Pinamar, Diego le pidió insistentemente verlos y ella se lo habría negado. “El lo invitó a ver River Boca y ella no le dejó”, aseguran. La realidad es que no hay ningún régimen de visitas acordado. Ambos lo van viendo, igual están con abogados. Si las cosas empeoran tendrán que ir a mediación.
Santilli no lo dice en esos términos pero ve a su ex como una mujer que, teniendo nueva pareja desde diciembre, actúa como lo está haciendo. Mientras mucho suecede y cada uno continua con su nueva relación.
PERFIL se comunicó con ambos esta semana pero ninguno quiso hacer declaraciones detalladas. En el caso de Santilli sólo dijo: “Estoy en paz, en un buen momento, reconstruyendo mi relación. Estoy muy feliz”.
Por el otro, Nancy dice vivir a pleno el amor con su nueva pareja quien, según ella, ya se trasformó en el nuevo ídolo de Carmen de Areco.