La llegada de Lionel Messi al Paris Saint-Germain puso el foco en varios personajes. Y no solamente en quien es Nasser Al-Khelaïefi –titular el club galo–, o quiénes serán sus compañeros de equipo –todos famosos– y las modificaciones que sufrirá el esquema de juego. Uno de esos focos se centró en el hombre que estuvo pegado al jugador en las primeras imágenes en suelo parisino. Y ese es Pepe Costa. En algún momento lo llamaron a él y a su hijo Álvaro “las niñeras del Barcelona”. Así como, en el mundo del espectáculo y en el de la política, los cotilleos de vestuario habitados por más de un futbolista estrella, suelen colarse en los programas y secciones que son supuestamente deportivas. Con minutos al aire para llenar, páginas en blanco para completar o algoritmo que contentar en el mundo online, chimentos que por llamarse así son creíbles solo si el receptor lo desea, se decía en 2015 que Pepe y Álvaro Costa fueron personajes claves para que la convivencia entre Messi y Neymar fuera “normal”. Pasaron seis años y el posfinal de Copa América exhibieron una relación entre ambos que dista mucho de ser complicada. Ahora, ambos cracks vuelven a compartir espacio, y además “esas niñeras” –padre e hijo– también se reunirán en PSG. Álvaro Costa también se mudó del Barça al PSG en 2017. Su padre, Pepe, lo hace con Messi.
Dupla. Pepe Costa tuvo una relación profesional con el club catalán de 17 años y el 30 de junio último venció su contrato que, obviamente, no renovará. Casualmente se venció en la misma fecha que el de Messi. Su ingreso fue como integrante de la Oficina de Atención al Jugador, algo que se copió de la NBA. La función de gente como Costa era de asesoramiento extradeportivo de los jugadores. Pero él fue más allá, “estaba en el vestuario”. Y en algún punto –según las crónicas– se convirtió en un segundo padre de Messi cuando el verdadero fijó su residencia en Rosario. Basta ver la profusión de fotos en las que aparece junto al jugador en ambientes no siempre deportivos e incluso en las vacaciones en Ibiza de hace dos semanas, Costa estaba entre la troupe que compartió el barco con Messi, Suárez y Fábregas.
Quién es Pepe Costa, el amigo inseparable de Messi que dejó Barcelona para acompañarlo
Fuera de esas fotos, que él no sube a red social alguna, Costa tiene algo primordial para personas como el futbolista rosarino, es reservado y con un oído que sabe diferenciar un comentario al paso de una confidencia. Que en el Barça haya sobrevivido a tres presidentes y varios entrenadores es un detalle. El mérito es haberse ganado la confianza de Messi, finalmente –y guste o no– el activo más importante que tenía el club catalán y ahora el PSG. Y por esa posición de elaborado privilegio le granjeó a Pepe Costa la empatía con un montón de otros jugadores de elite que pasaron por el Barça y que a veces necesitaron de un interlocutor o de una charla previa para hablar luego con el propio Messi.
Además su hijo “Alvarito”, también es amigo de Messi y eso –dicen– animó a Pepe a incorporarlo al club cuando ingresó Neymar al Barcelona. Más allá de hablar ambos perfecto portugués –detalle no menor para sellar una alianza como la que se logró–, Alvaro jugó al fútbol y formó parte de la troupe de Neymar en su salidas off partidos. Una situación que atemorizaba a la dirigencia catalana en ese momento. Hoy todo eso que los Costa ayudaron generar en los vestuarios del Barcelona, vuelve a darse en los del Paris Saint-Germain, donde hay algunos jugadores conocidos de es dupla, y otros que, sin duda, comenzaran a acercarse.