PROTAGONISTAS
escritoras premiadas

Selva Almada y Samantha Schweblin recibieron dos importantes galardones

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Elegidas. Selva Almada (izq.) escribió Ladrilleros; Samantha Schweblin (der.), Siete casas vacías. | cedoc

Son días de reconocimiento internacional para la literatura argentina. Al anuncio de la productora de Martin Scorsese de llevar a la pantalla grande Matate, amor, de Ariana Herwicz, se le sumó el reconocimiento a otras dos escritoras pertenecientes a la elite de la literatura argentina. En primer lugar, la traducción de Ladrilleros, novela de Selva Almada, escritora entrerriana y además columnista habitual de PERFIL. Ladrilleros, publicada por Charco Press –misma editorial que publicó la mencionada novela de Herwicz–, fue nominada para conformar la lista corta del premio Warwick Women, que celebra las traducciones de obras de mujeres al inglés. En este caso, se trata de la traducción que Annie McDermott hizo de la mencionada novela de Almada, llamada en inglés Brickmakers.

De Cortázar a hoy. A los pocos días, la literatura argentina –y la industria editorial, por supuesto– recibió otra buena noticia. Samanta Schweblin se llevó el National Book Award, en la categoría Literatura Traducida, en este caso por su libro Siete casas vacías, cuya traducción, Seven Empty Houses, estuvo a cargo de Megan McDowell. Se dice que ese premio es el Oscar de la literatura, ya que cuenta con cinco categorías en las que se subdividen las nominaciones de los libros publicados durante esa temporada, que concluyen precisamente con la premiación. Las categorías, además de la ya mencionada, son Poesía, Literatura para Jóvenes, No Ficción y Ficción, que este año fue otorgado a la escritora Tess Gunty, de tan solo 30 años, por su novela The Rabbit Hutch. Quienes compartieron la terna con la argentina fueron la ecuatoriana Mónica Ojeda, la ruandesa Scholastique Mukasonga, la japonesa Yoko Tawada y el noruego Jon Fosse.

El logro de Schweblin es enorme: si siguiéramos con la analogía hollywoodense, ella ganó el equivalente al Oscar a mejor película extranjera. Y además, es la primera escritora argentina en ganar ese premio desde que Julio Cortázar lo recibiera en 1967, por la traducción de Rayuela, que Gregory Barrasa tituló Hopscotch. Este año, Schweblin ganó, además, el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, que concede la Universidad de Talca, de Chile, por “su narrativa desestabilizadora, la exactitud de su prosa y la revitalización que opera su obra de la cuentística latinoamericana”.

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