Con el aplomo de quien ya aprendió varias lecciones en este mundo, pero con algunas heridas aún abiertas suelta con dulzura y naturalidad: “Las cosas llegan cuando tienen que llegar en el momento que tienen que ser. Hay que tener tranquilidad y saber esperar”.
Quien esboza esta frase es la madre de Isabel Macedo, María Obarrio. Y no hace referencia más que a su hija quien luego de transitar dolorosos caminos amorosos y la pérdida irreparable de su padre, encontró la felicidad de la mano del gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, lo que lo catapultó a él de las secciones meramente de política a las tapas acrecentando su popularidad al ritmo del amor. Un amor que no sólo está bien visto por los operadores políticos sino que también cuenta con la aprobación de la madre de ella quien habla por primera vez.
“Lo que le está pasando a Isabel es mágico, él es un amor. Es como cuando conocí a mi marido, en el momento justo de la vida, a ella como a mí, se lo mandó el de arriba”, sentencia contenta como toda madre que ve “feliz” a su hija. Y enseguida esta maestra suma mientras se deshace en elogios: “Ella es un ángel, muy sensible, sabe expresar lo que siente: y está muy enamorada. Fue un flechazo”. La presentación oficial fue en febrero en una comida de amigos. Entonces, su madre quedó encantada con su yerno: “Es un señor, es tan fino, tan atento. Me encanta, es muy ubicado, serio y trabaja mucho por su provincia”.
No obstante, el trabajo de ambos y las distancias no parecen ser un obstáculo. De hecho, él pasa gran parte de la semana en Buenos Aires por reuniones, y ella viaja casi todos los fines de semana. No sólo pasó Pascuas con él en Salta, cuando aprovechó además, para saludar a su familia paterna que es oriunda de Jujuy, sino que al momento del cierre de esta edición Isabel aún estaba en la provincia más linda. Hasta allí se trasladó el viernes porque él tenía la apertura de las sesiones a las que Macedo prefirió no ir porque “es un acto muy formal de laburo, aburrido”, trascendió. Pero, sí asistió la semana pasada, en su debut como primera dama, a la inauguración de un centro educativo y de una sede de Conin.
Al respecto, en diálogo con PERFIL, la actriz comentó que “fue muy emocionante”. “Ser parte de la historia de un hombre con la vocación de servicio que tiene Juan Manuel, me genera mucha admiración. Lo mismo verlo tan respetado por sus pares y por la gente”. En tanto, su madre resalta su perfil social: “Ella hace muchas obras de bien, aunque no dice nada. Ayuda al Garrahan, tejemos gorritos juntas para la gente sin techo y va a las villas. Siempre tuvo un perfil solidario, de chica salía del colegio y yo la llevaba a la parroquia de Belgrano donde daba clases a chicos que no tenían acceso a una escuela. Es muy definida y solidaria. Tiene un gran perfil social, pero si me preguntás si va a explotar ese rol al lado de él, eso se verá con el tiempo. Pero sea lo que tenga que pasar yo le tengo mucha fe”, revela María quien asegura que “las cosas fluyen, me lo dice ella. Y si uno hace las cosas con amor difícilmente salgan mal”.
