El histórico Castillo de Cañuelas podría ser expropiado por el Estado. Se trata de un edificio de 1932 que fue sede de la empresa Finaco y que, junto a la Martona, hizo de Cañuelas la cuna de la industria láctea argentina.
Valuado en 3,9 millones de dólares y con una ubicación privilegiada, el municipio busca convertirlo en un polo judicial, de seguridad y de tránsito a nivel municipal. El proyecto fue presentado por la diputada provincial Ayelen Itatí Rasquetti, del Frente de Todos, pidiendo que el castillo sea declarado de bien público.
El castillo de Cañuelas está ubicado en la Ruta Nacional 3, en una de las entradas principales de Cañuelas y cuenta con 4.860 metros cuadrados. Cuando funcionaba como planta de Finaco se producía leche y huevo en polvo.
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También se fabricaba dulce de leche, mate cocido con leche y cacao. Asimismo, elaboraba una línea de productos que incluía té en hebras, dulce de batata, dulce de membrillo, jaleas y mermeladas.
La planta fue expropiada por el Gobierno de Juan Domingo Perón hasta el año 1961, cuando Arturo Frondizi le restituyó la planta a sus dueños. Cuatro años después, la empresa quebró y la propiedad fue rematada.
La fábrica estuvo abandonada 3 décadas. El 15 de junio del año pasado, el proyecto presentado por Rasquetti entró en la comisión y falta ser aprobado para determinar que pasará en el futuro.